Los peligros de las grandes cadenas de sánduches

Thomas A. Fiery dice que desde hace algunos años se ha ampliado el ámbito de aplicación de las normas antimonopolio para considerar el "tamaño" por sí solo como un peligro, sin importar si la acción tendría un impacto positivo o negativo en los consumidores.

Por Thomas A. Firey

Las autoridades antimonopolio de Estados Unidos han estado muy ocupadas últimamente. Están a la espera de una sentencia en un importante caso contra Google, en medio de una demanda contra Amazon, tratando de eludir una sentencia judicial que permite la adquisición por Microsoft del fabricante de juegos Activision Blizzard, y sondeando la adquisición por Adobe del diseñador basado en la nube Figma y la fusión de los supermercados Kroger y Albertsons. También están observando de reojo la operación de ExxonMobil sobre Pioneer Natural Resources y la oferta de Cisco por la empresa de ciberseguridad Splunk.

Sin embargo, a pesar de esta agenda repleta, estos funcionarios lanzan otra investigación sobre una grave amenaza para la economía estadounidense: las cadena grandes de sánduches.

La semana pasada, The Hill informó de que la Comisión Federal de Comercio está examinando la adquisición de la cadena de sándwiches Subway por parte de la empresa de capital riesgo Roark Capital. Roark ya posee los fabricantes de sánduches Jimmy John's, McAlister's Deli y Schlotzky's, además de Arby's.

Los consumidores podrían pensar que el acuerdo permitiría a Roark aportar la calidad de estas últimas cadenas a Subway, que ha tenido sus problemas. Pero, al parecer, la FTC teme que Roark adquiera poder de mercado sobre los hoagies (sánduches tradicionales de Philadelphia), los sánduches submarino calientes y fríos (En este punto, quiero señalar que esto no es una broma de The Onion).

La investigación sobre Subway no es más que el último paso de un reciente y dramático cambio en la política antimonopolio de Estados Unidos. Durante décadas, los reguladores observaban este tipo de acuerdos con una pregunta general en mente: ¿Beneficiará o perjudicará a los consumidores? La historia demuestra que esta "norma de bienestar del consumidor" ha beneficiado considerablemente a los estadounidenses.

Sin embargo, en los últimos años se ha impulsado la ampliación del ámbito de aplicación de las normas antimonopolio para considerar el "tamaño", por sí solo, económicamente peligroso, independientemente de su efecto sobre los consumidores, un punto de vista denominado "neobrandeisianismo". Destacados políticos de los dos principales partidos políticos han adoptado este punto de vista, que ha sido puesto en práctica por Lina Kahn, nombrada por la administración Biden para la FTC, y Jonathan Kanter, nombrado para la División Antimonopolio del Departamento de Justicia.

El problema es que cuando los neobrandeistas intentan explicar cuáles son esos peligros, sus predicciones no se ajustan a la realidad. Mi colega Peter Van Doren describe aquí algunas de las investigaciones académicas sobre las malas predicciones de los neobrandeistas.

En el próximo número de Regulation, Thom Lambert, profesor de Derecho de la Universidad de Missouri, y Tate Cooper, asistente legal, analizarán algunos de los peligros del neobrandeisianismo. Hasta entonces, disfruten de este ensayo en Regulation Ike Brannon, que hace 18 meses predijo irónicamente que los neobrandeisianos atacarían a Homestyle Dining LLC, empresa matriz de los restaurantes de carne Ponderosa y Bonanza, por operar un peligroso monopolio de restaurantes con la temática de la televisión. Ike se equivocó en el sector específico de restaurantes, pero su humor hiperbólico ha demostrado ser clarividente.

Este artículo fue publicado originalmente en Cato At Liberty (Estados Unidos) el 28 de noviembre de 2023.