Los impuestos sobre la marihuana mantienen pujantes los mercados negros
Jeffrey Miron y Jacob Winter señalan que a pesar de que se ha legalizado la marihuana para uso recreativo o medicinal en gran parte del país, en muchos casos se lo ha hecho con una fuerte fiscalidad y regulación que todavía favorecen a los mercados negros.
Por Jeffrey A. Miron y Jacob Winter
Veintiún estados han legalizado alguna cantidad de marihuana para uso recreativo, y otros dieciséis permiten la marihuana para uso médico.
Los críticos afirman que sigue habiendo mercados negros a pesar de la legalización. Esto es cierto, porque la legalización ha ido acompañada de una fiscalidad y una regulación excesivas.
La industria legal de la marihuana en California, por ejemplo, tiene dificultades para competir con el mercado negro. Las ventas ilegales del estado se acercan a los 8.000 millones de dólares anuales, el doble que las ventas legales.
No es difícil entender por qué. Los minoristas deben pagar una tasa de solicitud de 1.000 dólares y una tasa mínima de licencia de 2.500 dólares anuales, y las ventas están gravadas con un impuesto de alrededor del 38% (combinando todos los impuestos aplicables). Esto hace que el precio de los productos legales de marihuana supere entre dos y tres veces el de los productos ilegales.
Además, California y otros estados permiten a los municipios prohibir las tiendas de venta de marihuana al por menor, lo que perpetúa aún más los mercados negros.
Nueva York tiene un problema similar. Las ventas están gravadas con un tipo combinado de alrededor del 45%. Las ventas ilegales siguen siendo la norma a pesar de la legalización de la marihuana recreativa hace dos años. Una legisladora que patrocinó el proyecto de legalización de Nueva York dijo que "no pensaba que esto iba a pasar".
Esto debería haber quedado claro. Dondequiera que haya impuestos altos, hay mercados negros.
Este fenómeno no se limita a la marihuana. Nueva York impone a los cigarrillos uno de los impuestos más altos del país: 4,35 dólares por paquete. En consecuencia, más del 53% de los cigarrillos que se venden en Nueva York son de contrabando. El gobernador quiere subir los impuestos un dólar por paquete y prohibir los cigarrillos de sabores. Los investigadores estiman que esto aumentará la tasa de contrabando al 66% y, por tanto, reducirá los ingresos fiscales en 167 millones de dólares.
Los mercados negros no sólo perjudican a los ingresos fiscales, sino también a las personas. Los mercados negros fomentan la violencia y provocan sobredosis, especialmente de drogas de alta potencia. Despenalizar el consumo de drogas en Oregón sin legalizar la oferta ha demostrado ser ineficaz para reducir los daños de los mercados negros.
Legalizar la marihuana, pero con una fuerte fiscalidad y regulación, tampoco es suficiente para reducir los mercados negros. Los legisladores pueden aumentar los ingresos y evitar costosas actividades de represión legalizando la marihuana sin imponer impuestos excesivos.
Este artículo fue publicado originalmente en Cato At Liberty (EE.UU.) el 20 de marzo de 2023.