¿Libertad económica o asistencia internacional?
por Doug Bandow
Doug Bandow es Académico Titular del Cato Institute.
En un mundo de abundancia, quedan necesidades insatisfechas. Los culpables son las grandes corporaciones, el comercio internacional y los mercados abiertos, de acuerdo a los manifestantes que han estado atacando a la OMC. En realidad, no pueden estar más equivocados. La libertad económica y el intercambio ofrecen a los pobres del mundo la mayor esperanza de un futuro mejor.
Por Doug Bandow
En un mundo de abundancia, quedan necesidades insatisfechas. Los culpables son las grandes corporaciones, el comercio internacional y los mercados abiertos, de acuerdo a los manifestantes que han estado atacando a la OMC. En realidad, no pueden estar más equivocados. La libertad económica y el intercambio ofrecen a los pobres del mundo la mayor esperanza de un futuro mejor.
Durante la mayor parte del período post Segunda Guerra Mundial, los países en desarrollo compartieron la aversión de los manifestantes hacia el libre mercado. La mayoría de los países de Africa, Asia y America Latina escogieron estrategias de desarrollo dirigidas por el Estado, en un intento de eliminar rápidamente la división económica entre ricos y pobres. El resultado fue desastroso.
Las economías colapsaron. Las sociedades se disolvieron. Los países se autodestruyeron. Surgieron pequenas elites de ricos, mientras que la mayoría de la gente languidecía. De esta manera, la asistencia extranjera se transformó en la fórmula mágica. Estados Unidos solamente, contribuyó con más de un trillón (en dólares actuales) para una variedad de programas de ayuda.
Pero esto llevó nuevamente a un callejón sin salida. En 1996, la ONU declaró que 70 países eran más pobres de lo que fueron en 1980; un 43% de los mismos estaban peor que en 1970. Todos ellos recibían asistencia extranjera. Muchos de los grandes receptores de asistencia –India, Sudan, Tanzania- se encontraban entre aquellos que peor se desenvolvieron.
De hecho, había pocos resultados positivos. La Agencia para desarrollo Internacional en Estados Unidos (Agency for International Development) admitió que: "la mayoría de las inversiones financiadas con ayuda norteamericana y otras donaciones entre 1960 y 1980 han desaparecido sin rastro." La más reciente experiencia con Bosnia, la Autoridad Palestina, y Rusia presenta muchas similitudes.
Con el colapso del argumento de que el desarrollo depende de la caridad del Primer Mundo, los analistas del Tercer Mundo buscaron respuestas en otro lado. Dotación de recursos, densidad de población, y actitudes culturales tienen un cierto impacto en casos particulares, pero ninguno de estos factores se correlaciona con niveles generales de crecimiento. La libertad económica, en cambio, sí lo hace. Los resultados de la última edicion del Economic Freedom of the World (Libertad Economica del Mundo), escrito por James Gwartney, Robert Lawson, y Dexter Samida, no podrían ser más claros.
El ingreso promedio de los habitantes de los países que se encuentran en las cinco primeras posiciones en cuanto a libertad economica es nueve veces el de los habitantes de aquellos países que se encuentran en las últimas cinco posiciones. Los países con mayor libertad económica crecieron un promedio de 2.27 por ciento anual durante la última década; aquellos con menor libertad económica decrecieron en promedio 1.32 por ciento anual. Los habitantes de los países más libres viven 20 años más que aquellos de los países con menos libertad.
Hong Kong y Singapur aparecen como los países con sistemas económicos más libres. Ambos constituyen ejemplos impresionantes. No poseen recursos naturales. Sus áreas urbanas estan fuertemente pobladas. Ninguno de los dos recibe grandes flujos de asistencia extranjera. Al contrario, abrieron sus economías a la competencia doméstica y extranjera por igual.
Hong Kong ha permanecido consistentemente en el primer puesto del ranking de libertad económica. Su gobierno es pequeño, la economía está relativamente desregulada, y sus mercados financieros y cambiarios son libres. Donde Hong Kong presenta fallas –y donde ha declinado notablemente desde 1995- es en el reinado de la ley y el cumplimiento de contratos. De todas maneras, a pesar de pasar a formar parte de China, su economía sigue siendo la envidia del mundo.
Singapur supera a Hong Kong en cuanto al reinado de la ley, y la iguala en la apertura de los mercados financieros y cambiarios. De todas maneras, su gobierno es mayor, y sus regulaciones mayores. Número dos en el ranking, siguiendo a Hong Kong, durante los ’90 Singapur se ganó parte del puesto número uno por mantener su posición firme mientras Hong Kong declinaba.
Nueva Zelanda, que ocupaba la posicion numero 32 en 1985, ascendió al puesto número 3 una década más tarde y continúa en dicha posición. Ha reducido el gasto público, desregulado su economía dramáticamente, y liberado su moneda y sus mercados financieros. Probablemente no exista un mejor ejemplo de la manera en que la reforma política puede transformar una economía que el caso de Nueva Zelanda.
El hecho de que los tres países que ocupan las primeras posiciones en el ranking estén ubicados en Asia del Pacífico ayuda a explicar el gran crecimiento que experimentó la región. En cierto sentido, los asiáticos han conducido un dramático experimento mostrando el impacto de la libertad económica. Los éxitos incluyen a Australia, ubicada en los puestos 7-8 (empate), y Japón y Tailandia, ubicadas entre los 21 primeros puestos.
La región también muestra lo que no se debe hacer. Algunos de los países exitosos que padecieron de turbulencias económicas recientemente se beneficiarían de una dosis extra de libertad económica. De hecho, Malasia se encuentra en los 37-39, Corea del Sur 47-48, Indonesia 49-50, y China 75-77.
Además exiten tres líderes en Asia del Sur, Bangladesh, India y Pakistán, que se ubican entre los puestos 86 y 96. Myanmar aparece al final, en el puesto 123 (no hay suficiente información disponible como para ranquear a todos los países.)
Los Estados Unidos se encuentran en el puesto número cuatro. Norteamérica se encuentra bien posicionada en cuanto a la libertad de sus mercados financieros y su moneda. Su posición en cuanto a regulaciones económicas es, en cambio, bastante anémica, y el gasto público y los subsidios son mayores que en Hong Kong, Singapur y Nueva Zelanda.
Obviamente, estas imperfecciones no han impedido el crecimiento dramático y continuo en los Estados Unidos. Pero Norteamérica podría ganar más –y solidificar ganancias pasadas- si intentara solucionar sus problemas políticos, por más insignificantes que parezcan estos en comparación con muchos otros países.
Europa, al igual que Asia, presenta una interesante mezcla. Gran Bretaña, transformada hace dos décadas por Margaret Thatcher, ocupa el puesto número 5. Estaba en el puesto 33 en 1975 y 16 en 1980. El gobierno todavía es demasiado grande, pero el rol económico de las empresas estatales ha disminuido dramáticamente. Las tasas impositivas marginales son mas bajas, la política monetaria es más estable, y las barreras comerciales son bajas.
Un tigre económico de aparición más reciente es Irlanda. Hace una década, Dublin ocupaba el puesto número 28. En 1995 pasó a ocupar el puesto número 6, su posición actual. Irlanda ha liberado su economía, bajado los impuestos, desregulado su mercados financieros, y abierto el acceso a la economía internacional.
Ocupando los primeros 12 puestos también se encuentran Luxemburgo, los Países Bajos, y Suiza. Siguiendo de cerca se encuentran Dinamarca, Bélgica y España.
Pero luego, la causa de los problemas económicos de Europa se vuelve evidente. Sus economías con menor crecimiento carecen de protección de las libertades económicas. Alemania se ubica en los puestos 22-24; Austria, Francia y Suecia le siguen entre los puestos 25 y 30. Italia se encuentra entre 31-34.
Grecia se encuentra en la anémica posición 42-46, junto con Hungría, el primer país ex comunista en aparecer en la lista. La Republica Checa le sigue a continuación, junto con Estonia, Latvia y Lituania. La primer nación balcánica, Eslovenia, aparece entre los puestos 74-75.
Cualquier otro país del ex bloque comunista del este europeo se encuentra incluso por detras de Haití. América Latina tiende ha ocupar posiciones centrales, pero también muestra una gran variedad de posiciones.
La Segunda mitad del ranking se encuentra plagada de países africanos. Mientras la gente de Africa no proteja las libertades económicas, permanecerán en la pobreza.
Libertad Economica del Mundo nos da una importante lección: El sendero hacia la prosperidad es simple: libertad.
Artículo traducido por Verena Wachnitz de la Fundación Atlas para una Sociedad Libre.