La pandemia y la libertad humana

Gabriela Calderón de Burgos señala el retroceso de América Latina y el Caribe en el Índice de libertad humana, edición 2022.

Por Gabriela Calderón de Burgos

La pandemia demostró ser un golpe duro para la libertad humana. Así lo demuestra el Índice de Libertad Humana: 2022 (Instituto Cato e Instituto Fraser). El índice, que define la libertad como la ausencia de coerción, presenta el estado de la libertad humana basándose en 83 indicadores distintos de la libertad personal y económica en los siguientes campos: Estado de Derecho; seguridad y protección; circulación; religión; asociación, reunión y la sociedad civil; expresión e información; relaciones; tamaño del gobierno; sistema jurídico y derechos de propiedad; moneda fuerte; libertad de comercio internacional; y las regulaciones. La octava edición tiene datos para 2020, el año más reciente para el cual hubo suficientes datos disponibles y cubre 165 jurisdicciones, abarcando un 98,1 por ciento de la población mundial. 

Los autores –Ian Vásquez, Fred McMahon, Ryan Murphy y Guillermina Sutter Schneider– señalan:

“En una comparación de las jurisdicciones para las que disponemos de los mismos datos desde 2000, se produjo un punto álgido para la libertad en 2007, que luego experimentó un descenso constante hasta 2019, un periodo durante el cual el 78,6% de la población mundial experimentó una caída de la libertad. El precipitado descenso posterior en 2020 afectó a todas las regiones del mundo, incluidos países ricos y pobres y democracias y no democracias, situando la libertad mundial en un nivel muy inferior al que tenía en 2000, anteriormente el punto más bajo de las dos últimas décadas”.

Entre 2019 y 2020, 94,3 por ciento de la población mundial experimentó un descenso en su libertad. El puntaje promedio de las 165 jurisdicciones cayó de 7,03 a 6,81 (-0,22). La región de Latinoamérica y el Caribe experimentó una caída todavía mayor: el puntaje promedio pasó de 7,37 a 7,07 (-0,31). Ecuador, en particular, registró una caída de 7,37 a 7,12 (-0,25). Esto devuelve al país a su nivel de libertad en el año 2017. 

Las tres jurisdicciones más libres del mundo son Suiza, Nueva Zelanda y Estonia. Las menos libres son Venezuela, Yemen y Siria. EE.UU. continúa su declive de la última década, ubicándose en la posición 23. Otras economías seleccionadas se encuentran las siguientes posiciones: Canadá 13, Japón 16, China 152, Alemania 18, Brasil 80. 

Solo 13,4 de la población mundial vive en las jurisdicciones que se encuentran en el cuartil más alto de libertad humana, mientras que 39,9 por ciento vive en aquellas que se encuentran en el cuartil más bajo. 

En América Latina y el Caribe, Chile es la jurisdicción más libre, aunque experimentó una fuerte caída en su puntaje (-0,44) y ranking (-7). La jurisdicción que sufrió el mayor retroceso fue El Salvador (-0,69 y -17). La jurisdicción menos libre sigue siendo Venezuela.

La libertad humana importa para el desarrollo. Las personas que residen en las jurisdicciones en el cuartil más alto de libertad humana tienen un ingreso que duplica aquel de las personas que residen en las naciones del cuartil más bajo. Además, hay una relación sólida entre la libertad personal y la libertad económica, por ende, muchas de las jurisdicciones —como Suiza y Estonia— se encuentran a la cabeza de los rankings respectivos para libertades personales y económicas.

El índice servirá para descifrar qué tanto campo recupera la libertad humana conforme la pandemia se ha ido moderando. 

Este artículo fue publicado originalmente en El Universo (Ecuador) el 27 de enero de 2023.