La FDA finalmente concede autorización total a la vacuna Pfizer

Después de llamados por parte de miembros de la comunidad científica, de salud pública y médica —yo incluido— la Administración de Alimentos y Medicinas (FDA) finalmente superó su inercia burocrática y concedió aprobación integral a la vacuna mRNA contra el COVID-19 de Pfizer-BioNTech —antes de su auto-impuesta fecha límite de enero de 2022. Esto es una buena noticia. Pfizer ahora podrá comercializar la vacuna bajo el nombre de marca Comirnaty. 

Cientos de millones de dosis han sido administradas durante casi un año y los perfiles de seguridad de estas vacunas han sido notablemente buenos. Ahora la FDA debería moverse rápido para aprobar la otra vacuna mRNA fabricada por Moderna. La empresa envió su aplicación para una aprobación total en junio, un mes después de la aplicación de Pfizer. Johnson y Johnson, los fabricantes de la vacuna basada en adenovirus de una sola dosis todavía no ha aplicado para recibir una aprobación total. 

Es importante resaltar que, mientras que la vacuna no previene la infección en un 100%, es sumamente efectiva en contra de una enfermedad severa —o lo suficientemente severa como para requerir hospitalización o causar la muerte. El sitio de noticias de cuidados médicos MedPage Today reportó que Peter Marks, doctor, PhD, Director del Centro para Biología e Investigaciones de la FDA emitió la siguiente declaración: 

“Nuestros expertos científicos y médicos realizaron una evaluación increíblemente exhaustiva y meditada de esta vacuna. Hemos evaluado los datos e información científica incluida en cientos de miles de páginas, hemos realizado nuestros propios análisis de la seguridad y eficacia de Comirnaty, y una evaluación detallada de los procesos de fabricación, incluyendo inspecciones de las fábricas”.

La aprobación integral de la vacuna Pfizer ojalá reduzca el escepticismo frente a la vacunación. Las afirmaciones, especialmente por parte de aquellos en la comunidad “anti-vacunas”, de que la vacuna es “experimental” influyen a muchos que son escépticos acerca de las vacunas. Irónicamente, muchos de los que se oponen a la llamada vacuna “experimental” en su lugar urgen el uso no indicado en la etiqueta de medicinas anti-inflamatorias o anti-malaria como la hidroxicloroquina o la ivermectina, utilizada esta última para tratar los parásitos en los animales, para prevenir o tratar las infecciones de COVID-19. Aún así el uso de esas medicinas para el COVID-19 es realmente experimental. 

Ojalá, la aprobación total de la vacuna Pfizer y, dentro de poco, la Moderna, aliviará gran parte del escepticismo ante la vacunación. Mientras que los políticos y los funcionarios de salud pública han empleado distintas estrategias frente a la pandemia —desde las cuarentenas y las ordenes de quedarse en casa hasta la prohibición de cirugías electivas y las ordenes de usar mascarilla— la evidencia muestra que la inmunización es claramente la forma más efectiva y menos dañina de reducir el daño causado por el COVID-19.

Este artículo fue publicado originalmente en Cato At Liberty (EE.UU.) el 23 de agosto de 2021.