La educación privada es una alternativa para los pobres
Isaac Leobardo Sánchez Juárez reseña el estudio de James Tooley y Pauline Dixon (ElCato.org, 2006), en el cual se demuestra que "la educación privada puede constituir un elemento importante, aunque no reconocido," para satisfacer las necesidades educacionales de personas con ingresos bajos.
Por Isaac Leobardo Sánchez Juárez
"Pensar que los individuos aptos para el estudio deben contar con enseñanza 'sin cargo', es pensar que los individuos más inteligentes deben recibir riqueza a expensas de los menos inteligentes”
Armen Alchian (1961)
¿Es posible que la educación privada sea una alternativa para los pobres? La respuesta es que sí. Normalmente se cree que la educación privada es un servicio al que únicamente pueden acceder las clases altas o medias, no los pobres. Por si la anterior no fuera suficiente, sin presentar ningún elemento de prueba, se considera que la calidad de las escuelas privadas no registradas o no reconocidas es inaceptable, y que, por lo tanto es necesario que las autoridades gubernamentales las regulen minuciosamente o incluso las cierren.
En un estudio seminal realizado por James Tooley y Pauline Dixon (2006), se demuestra que tales declaraciones son equivocadas y carecen de soporte empírico. Estos autores realizaron una investigación durante dos años en la India, Ghana, Nigeria y Kenya para demostrar que las escuelas privadas pueden constituir (de hecho lo hacen) un elemento importante, aunque no reconocido, para llegar a los pobres y satisfacer sus necesidades educacionales.
Con su estudio se derriban parcialmente (esto porque habría que realizar estudios similares para otros países y regiones, especialmente en América Latina), varios mitos, algunos de ellos son: (1) la educación privada sólo es para los no pobres; (2) si la educación se privatiza los pobres no tendrían acceso al servicio; (3) la calidad de las escuelas privadas no reconocidas o no registradas que existen en los países estudiados por ellos es inferior a la de las escuelas públicas; (4) es necesario regular a las escuelas privadas para que éstas sean de calidad; (5) la educación pública es la mejor opción para los pobres y (6) la única alternativa para lograr el objetivo de educación universal es a través del monopolio estatal de la educación.
Sin analizar e investigar pudiera ser normal creer que la proliferación de escuelas privadas no subsidiadas en las áreas de ingresos bajos, así como zonas urbanas marginales y pueblos de África subsahariana y el sur de Asia es un problema, sobre todo porque cobran colegiaturas mínimas y pagan poco a sus docentes, ante un escenario como este es natural preguntarse, ¿cómo pueden ofrecer una educación de calidad? Lo que Tooley y Dixon nos informan es que la educación privada no subsidiada no es un problema, más bien es una fortaleza. Se trata de una demostración dinámica de cómo el talento emprendedor de algunos habitantes de África y de la India puede contribuir vigorosamente al mejoramiento de la educación, incluso para los pobres.
La investigación se llevó a cabo entre abril de 2003 y junio de 2005, en los cuatros países ya indicados arriba. La investigación comprendió dos componentes principales: el primero, la realización de un censo de escuelas (públicas, privadas subsidiadas, privadas no subsidiadas con registro y privadas no subsidiadas sin registro) en regiones seleccionadas de ingresos bajos y una encuesta sobre insumos realizadas en estas mismas escuelas; el segundo, fue un análisis de una muestra aleatoria estratificada entre dos mil y cuatro mil niños, a quienes se les tomaron exámenes de matemáticas e inglés. También se hizo una prueba para medir el coeficiente intelectual a docentes y alumnos (cosa bastante polémica ya que “todos somos inteligentes sólo que en temas distintos”), y se realizó un inventario de los recursos disponibles en los diferentes tipos de escuelas.
Adicional a lo que ya he mencionado, el trabajo llega a nueve conclusiones. La primera es que la mayoría de los padres pobres eligen para sus hijos escuelas privadas sin subsidio. La segunda es que en las escuelas privadas no subsidiadas se alcanza un rendimiento más elevado que en las escuelas públicas. En general, los alumnos de escuelas privadas no subsidiadas tienen un mejor rendimiento que los de escuelas públicas, según los puntajes brutos de sus evaluaciones. Además, las escuelas privadas sin subsidio logran estos resultados con costos de maestros por alumno de entre la mitad y un cuarto de los de las públicas. Si bien los docentes cobran considerablemente menos en las escuelas privadas no subsidiadas, se muestran tan satisfechos con su remuneración como los de escuelas públicas.
La tercera conclusión es que los costos de los maestros son significativamente menores en las escuelas privadas no subsidiadas que en las escuelas públicas. La ventaja o diferencia del desempeño de las escuelas privadas no subsidiadas respecto de las escuelas públicas se logra con un gasto en docente considerablemente menor que en las escuelas públicas. Por lo general, el salario mensual promedio a los maestros en las escuelas públicas es entre tres y cuatro veces mayor que en las escuelas privadas no reconocidas o no registradas. A pesar de ello, la satisfacción de los maestros respecto de su salario no es menor en las escuelas privadas que en las públicas; en muchos casos, es aún mayor. Además de los gastos en salarios a los maestros, las escuelas públicas requieren una costosísima burocracia estatal. Estos costos adicionales son mínimos o inexistentes en el caso de las escuelas privadas.
La cuarta conclusión de la investigación es que en las escuelas privadas no subsidiadas se mantiene la equidad entre las cantidades de niños y de niñas matriculados. La quinta es que normalmente la estimación de la matrícula total es inferior a la real, precisamente debido a que no se considera a aquellos niños que están en las escuelas privadas no reconocidas. De acuerdo con Tooley y Dixon (2005), esto significa que la “educación para todos” puede ser mucho más fácil de lograr de lo que se cree.
La sexta conclusión de su trabajo es que la educación primaria gratuita desplaza alumnos de las escuelas privadas y no incrementa la matrícula total. La séptima es que las escuelas privadas no subsidiadas suelen tener mejores cocientes alumnos-maestros que las escuelas públicas.
La octava es que se enseña más en las escuelas privadas que en las públicas. En todos los casos, cuando los investigadores visitaron las aulas sin anunciarse previamente, hallaron un nivel significativamente más elevado de actividad educativa en las escuelas privadas no subsidiadas que en las escuelas públicas. Sin tener información estadística para comprobarlo, los resultados de charlas sostenidas con diferentes amigos de diferentes países de América Latina, sugieren que ocurre lo mismo con la educación pública primaria en nuestros países.
La novena conclusión de los autores es que las escuelas privadas ofrecen vacantes sin cargo o con colegiaturas reducidas a los niños más pobres. A pesar de que las escuelas privadas para su supervivencia, dependen casi por completo de ingresos provenientes de los alumnos, muchas de ellas ofrecen vacantes gratuitas o con colegiaturas reducidas para los más necesitados.
Finalmente, los autores indican que ninguna de estas conclusiones significa que no hay nada por mejorar en el sector privado que brinda servicios de educación a los pobres. Existen muchos retos, entre los que se encuentran la extensión de esta clase de educación, el fortalecimiento de la infraestructura con la que cuentan, un mayor salario a los profesores basado en su productividad y por supuesto la extensión de los servicios a los niños más pobres.
Este trabajo, sin duda, representa una guía clara para elaborar otro de similares características en los países de América Latina, algo particularmente importante ante las terribles fallas de un sistema público de educación que se ha convertido en uno de los mayores frenos para el progreso económico y social de la región.
Referencia:
James Tooley y Pauline Dixon. "La educación privada es beneficiosa para los pobres: Un estudio sobre las escuelas privadas para los pobres". ElCato.org.