La economía del trueque en Venezuela
Andrea Rondón y Gerardo Caprav explican como ha surgido el fenómeno del trueque en la economía venezolana.
Por Andrea Rondón García y Gerardo Caprav
«…el dinero es uno de los mayores instrumentos de libertad que jamás haya inventado el hombre. Es el dinero lo que en la sociedad existente abre un asombroso campo de elección al pobre, un campo mayor que el que no hace muchas generaciones le estaba abierto al rico».
Hayek, Friedrich A.: Camino de servidumbre, Unión Editorial, Madrid, 2008, p. 179.
En un restaurante de Caracas se lee el anuncio: "2 litros de aceite o 4 harina pan por un plato mixto".
Este anuncio cada vez es más común, no sólo en locales sino en las relaciones entre particulares. Cada día la economía venezolana se convierte en una economía de trueque de bienes y servicios.
Varios son los motivos que han llevado a esta situación, por ejemplo: el control de cambio, establecido en 2003; el control de precios establecido a ciertos productos en el 2003 y de forma generalizada en el 2010; las expropiaciones y expoliaciones (despojo de la propiedad privada sin las garantías constitucionales); la inflación; entre otros.
Con relación a la inflación, el Banco Central de Venezuela ha tenido un rol fundamental. La inflación es otra de las formas de afectación de la propiedad privada porque perdemos poder adquisitivo que nos permitiría en última instancia decidir qué hacer con nuestra propiedad y con el resultado de nuestro trabajo y esfuerzo sobre ella.
Ahora bien, aunque el bolívar sigue siendo la moneda de curso legal y forzoso, cada día es menos dinero. Todo dinero puede ser moneda, pero no toda moneda es dinero. Depende de los individuos que interactúan.
Con las políticas desacertadas que se han adoptado desde hace algunas décadas, el bolívar ha terminado por ser una ficción contable, por lo que, aunque el bolívar sigue siendo moneda cada vez es menos dinero.
Esta situación es realmente lamentable, porque en toda sociedad compleja siempre habrá dinero, porque si no es papel moneda será otro bien, como el aceite o la harina. Y siempre habrá dinero porque es la mejor forma de actuar en libertad. El tema aquí será que tanta intervención del Estado estamos dispuestos a permitir.
Lo ideal para ir hacia el capitalismo es precisamente eliminar la moneda entendida como moneda estatal de curso legal y forzoso. Justamente esto último es lo que debemos rescatar de las advertencias que hiciera F.A. Hayek en Camino de servidumbre, y es que la adopción de medidas económicas por parte del Estado con pretensiones de planificar y centralizar conlleva inevitablemente a un totalitarismo político.
El monopolio del dinero por parte del Estado no está muy alejado de estas advertencias. Philipp Bagus es categórico al afirmar que “Mientras el Estado ostente el monopolio del dinero, estamos condenados a sufrir nuevas crisis”.
Al preguntarle sobre quién es el culpable de las últimas crisis financieras Bagus anticipa que “Los culpables son quienes intervienen en el sistema monetario, los que apoyan el socialismo monetario en pleno siglo XXI. Gracias al monopolio estatal sobre el dinero, a los bancos centrales que producen nuevo dinero, al privilegio de los bancos comerciales de crear dinero de la nada y a las garantías implícitas y explícitas a favor del sistema financiero, los bancos pueden crean dinero y causar una descoordinación entre ahorro e inversión que, en última instancia, es el causante de las crisis”.
En este sentido, en casos como Venezuela que es más evidente, la permanencia en el poder estriba en que tienen el control de los recursos económicos (el petróleo), y el monopolio legal de la fuerza. Definitivamente hace falta una estrategia para poder socavar ambos elementos (un ejemplo serían las expuestas por Ricardo Manuel Rojas en Resistencia no violenta a regímenes autoritarios de base democrática, publicado por Unión Editorial en 2015).
Alternativas como el bitcoin y otras formas de transacción virtual, en la medida en que se garantice el acceso a internet, son mecanismos efectivos para eludir el control estatal y quitar financiamiento a regímenes totalitarios.
Alternativas como el bitcoin han surgido porque es consustancial al individuo la libertad, y cualquier mecanismo que lo garantice será buscado. Una primera lectura del fenómeno del bitcoin en Venezuela es para evadir el inconstitucional control de cambio; conseguir una alternativa ante la destrucción del bolívar como dinero y combatir una economía del trueque, pero una lectura más profunda nos lleva a afirmar que el individuo siempre actuará para alcanzar fines para su mejor provecho y vivir en libertad.