La doble moral de Insulza
Leonor Filardo señala en base a varios indicadores la condición de las democracias en las Américas y concluye que la OEA suele ignorar violaciones a la Carta Democrática.
Por Leonor Filardo
A través de la historia cuando han ocurrido crímenes atroces en contra de la humanidad se han invocado los principios morales de la ley natural o universal. Fue el caso del Juicio de Nuremberg y el tema de la discriminación racial en los EE.UU. El primero sucedió después de la Segunda Guerra Mundial entre 1945 y 1949 por el Tribunal Militar Internacional en contra de los principales dirigentes supervivientes del gobierno alemán nazi que no sólo exterminaron 25 millones de personas sino que confiscaron arbitrariamente la propiedad privada. En este caso se establecieron los principios de Nuremberg, que al tipificar los crímenes de guerra, de agresión y en contra de la humanidad sirvieron como antecedentes para desarrollar un sistema jurídico que serviría a otras organizaciones como las Naciones Unidas y la constitución del Tribunal Penal Internacional permanente a partir de 1998. Además de llevar a cabo el juicio y condenar a los culpables, devolvieron y compensaron a aquellos a los que se les había confiscado su propiedad.
En el caso de EE.UU., Martín Luther King Jr, líder del movimiento de derechos civiles, desde su prisión en Birmingham, escribió una carta a clérigos blancos invocando la ley natural para presentar su caso en contra de la discriminación racial. En ella señala: "ustedes muestran su inquietud porque hemos quebrantado la ley y es una preocupación legítima. Pero preguntémonos ¿cómo puede pedir desobedecer algunas leyes y obedecer otras? La respuesta es que hay dos tipos de leyes, la justa y la injusta. Personalmente pido cumplir con la justa. Uno no sólo tiene la responsabilidad legal pero también moral de obedecer la ley justa. Por el contrario uno tiene la responsabilidad moral de desobedecer la ley injusta. ¿Cómo determinamos la diferencia entre las dos? La ley injusta es un código que no armoniza con la ley moral. Invocando a Santo Tomás de Aquino, una ley injusta es una ley humana que no tiene sus raíces en la ley natural. Cualquier ley que degrada la dignidad humana es injusta.
El asesor jurídico del Ejército hondureño, Coronel Herberth Bayardo, en una entrevista publicada en El Mundo, admitió que violaron la ley al sacar al presidente Zelaya en un avión hacia Costa Rica, y que esa decisión la tomó la cúpula militar para evitar un derramamiento de sangre. Dijo:
"Con el presidente Zelaya mantuvimos una excelente relación. El problema se da cuando él da esa orden ilegal de emplear las Fuerzas Armadas para apoyar el proceso de la encuesta. El 27 de abril nos reunimos con el señor presidente. El 26, en la tarde, le presenté al jefe del Estado Mayor Conjunto una opinión que concluía que jurídica, ética y moralmente no era posible proporcionar apoyo porque el artículo 272 nos da un papel de garantes de la Constitución. Y nosotros como soldados no estamos subordinados a una persona, sino al cargo, a la ley. Y el presidente Zelaya nos dijo que no nos iba a meter en ese problema, y nos mintió…… El presidente quiso jugar con nosotros. El lunes, a las 7 de la mañana, le entregamos la otra opinión al jefe del Estado Mayor diciéndole que no se podía cumplir esa orden porque era ilegal. Ya el Ministerio Público había presentado un requerimiento al juzgado de lo contencioso Administrativo y éste falló que la encuesta era ilegal. Le envían una comunicación tanto al ministro como al jefe del Estado Mayor Conjunto de que no se podía cumplir esa orden. El viernes 26 de junio le cambiaron de nombre a 'Encuesta ciudadana' para convocar a una Constituyente. Publicaron la Gaceta Oficial a media noche. El señor Presidente estaba utilizando a la Fuerza Armada como una herramienta política, y el hecho de llegar por el voto a la presidencia no le da derecho a delinquir. El viernes el presidente a la cabeza de una turba asaltó la Fuerza Aérea para llevarse un material que había confiscado el Ministerio Público. El comandante de la Fuerza Aérea tenía dos opciones: disparar a la muchedumbre o abrir los portones. Uno como soldado mide qué pesa más y eso en derecho se llama Estado de Necesidad. Aunque no nos gustó que se invadiera la Fuerza Aérea, el comandante tomó la decisión acertada, porque midió las consecuencias de cualquier otra decisión. ¿Qué era más beneficioso, sacar a este señor de Honduras o presentarlo al Ministerio Público y que una turba asaltara y quemara y destruyera, y que nosotros tuviéramos que disparar? Era para el bienestar del Estado. Ese Estado de Necesidad es parte del Código Penal, artículo 24. Son riesgos que se tienen que correr. Si lo hubiéramos dejado acá ahorita estuviéramos enterrando un montón de gente. Pero las personas que lo ven de afuera lo ven de otra manera. Por ejemplo, este señor Insulza toma una decisión, cuando Chávez ha hecho un montón de cosas en Venezuela y la OEA no ha dicho nada".
Veamos: La Carta Democrática de la Organización de Estados Americanos aprobada en el 2001 para el fortalecimiento de la democracia, consta de seis capítulos: I) La democracia y el sistema interamericano, donde se establece claramente la defensa de la democracia representativa. Ésta se supone que está regida por una constitución que complementa la regla de la mayoría donde se protegen los derechos y libertades de las minorías. Sus características fundamentales son:
- Limitación de los diversos poderes (ejecutivo, legislativo, judicial) y control del funcionamiento formal del gobierno
- Independencia del poder judicial
- Igualdad ante la ley tanto del gobierno como de los ciudadanos.
- Libertad de expresión, de prensa, de religión, de asociación
El segundo punto está relacionado con la democracia y los derechos humanos donde en su primer artículo se indica claramente que: La democracia es indispensable para el ejercicio efectivo de las libertades fundamentales y los derechos humanos, en su carácter universal, indivisible e interdependiente, consagrados en las respectivas constituciones de los Estados y en los instrumentos interamericanos e internacionales de derechos humanos.
Según el índice que evalúa las democracias en el mundo, publicado por la revista The Economist, en las Americas sólo funcionan 4 democracias, 19 son débiles, 3 híbridos (gobiernos elegidos con tendencia autoritaria) y 1 régimen autoritario. De estos, Bolivia, Nicaragua, Ecuador, Venezuela y Haití violan todos los artículos de estos dos capítulos. El señor Insulza ni siquiera se ha molestado en denunciarlos invocando los principios establecidos en la Carta Democrática.
El capítulo tres está relacionado con la democracia, desarrollo integral y combate a la pobreza, donde los países se comprometen a adoptar y ejecutar todas las acciones necesarias para la creación de empleo productivo, la reducción de la pobreza y la erradicación de la pobreza extrema. Este compromiso común frente a los problemas del desarrollo y la pobreza también destaca la importancia de mantener los equilibrios macroeconómicos y el imperativo de fortalecer la cohesión social y la democracia.
De los 29 países calificados por el índice de la libertad, salvo Chile que ocupa el lugar número 11 cumpliendo relativamente bien con los factores de calificación del índice (libertad de establecer negocios, de comercio, fiscal, monetaria, de inversión, financiera, de la corrupción, tamaño del gobierno, laboral y protección a la propiedad privada) y 7 países que ocupan hasta el lugar 46, el resto tienen calificaciones mediocres presentando serios problemas en uno de los principios más sagrados que es la protección a la propiedad privada, la libertad de establecer negocios, de invertir, de tener flexibilidad en el mercado laboral y lo más grave es el problema de la corrupción. ¿Qué significan estas calificaciones? Sencillamente que los países siguen instrumentando políticas mercantilistas/rentistas/populistas que lo que hacen es empobrecer y degradar la dignidad del ser humano, tal como lo confirman sus índices de pobreza y redistribución del ingreso, que es uno de las peores a nivel mundial. Tampoco el Sr. Insulza denuncia las violaciones de la Carta Democrática en este sentido.
Sin embargo, en el caso de Honduras, sin ni siquiera conocer el problema a fondo, el Sr. Insulza se movilizó rápidamente a suspenderla como miembro, mientras Cuba que no cumple con ninguno de los artículos de la Carta Democrática, la reciben con bombos y platillos.
Lo más grave es las declaraciones dadas por Insulza a un diario chileno: A pesar de que el diario El Mercurio de Chile informó que la secretaria de Estado, Hillary Clinton, notificó al Gobierno chileno que ese país no apoyará su reelección, el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, descartó la supuesta falta de respaldo. En opinión de Insulza, tras las decisiones con relación a Cuba y Honduras, "mucha gente no está contenta", y aseguró que las fuentes consultadas "son fuentes de derecha de EE.UU." y "no son las fuentes más calificadas.
Si el secretario general es una persona sin principios, que lo único que hace es defender el puesto, uno se pregunta para que sirve el Señor Insulza, o para que sirve la Carta Democrática, o para que sirve la OEA.
Juzguen por ustedes mismos