La crisis humanitaria de la que no has oído hablar

Alex Nowrasteh estima que alrededor de 2,61 millones de venezolanos están viviendo en el exterior, lo que equivale a 7,6 por ciento de su población y si la tendencia actual continúa, podría llegar a superar el número de sirios en una posición similar.

Por Alex Nowrasteh

Los venezolanos están huyendo en grandes números de su país debido al fracaso económico del socialismo y al creciente autoritarismo del gobierno venezolano. El colapso económico, la inflación alcanzó un porcentaje de decenas de miles este año, y la creciente brutalidad de la dictadura de Maduro están creando una crisis que Sudamérica no había enfrentado en décadas —si es que alguna vez enfrentó alguna—. Este artículo proporcionará información sobre la escala del éxodo venezolano, y también algunas sugerencias sobre lo que otros países pueden hacer para mitigar los problemas causados por el flujo de refugiados y de solicitantes de asilo.

Antecedentes

Las raíces del actual colapso de Venezuela son profundas. Hugo Chávez se convirtió en presidente de Venezuela en 1999 e inmediatamente se dedicó a concentrar el poder económico en el gobierno y el poder político en sí mismo. Chávez instituyó estrictos controles gubernamentales sobre el capital, controles del tipo cambio, y comenzó una política monetaria más irresponsable que creó condiciones caóticas en el mercado financiero, condiciones que justificaron aún más sus nacionalizaciones de empresas y confiscaciones de propiedad privada. Los ingresos de la industria petrolera venezolana ayudaron a mantener a flote al gobierno y a la economía, mientras que el sector privado sufría bajo restricciones cada vez más severas y punitivas. Chávez murió en 2013 y fue sucedido por Nicolás Maduro, quien continuó con las políticas económicas de Chávez y aceleró la concentración del poder político en sí mismo. El colapso de los precios del petróleo a partir del 2014 puso de manifiesto los daños económicos causados por Chávez y Maduro a medida que la inflación despegaba, el PIB se reducía, y el régimen de Maduro respondía con medidas policiales cada vez más brutales que continúan hasta la actualidad.

La escala del éxodo

El número de personas que ha salido de Venezuela es asombroso. Se estima que entre 1,6 y 4 millones de venezolanos han abandonado el país. La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) estima que, para junio de 2018, alrededor de 2 millones de venezolanos viven fuera de Venezuela; una cifra que ha aumentado en más de un millón desde el 2015, y que probablemente sigue siendo subestimada. Por ejemplo, el número de venezolanos que viven en Colombia, Perú, Chile, Brasil, Ecuador, Argentina y Uruguay ascendió en junio de 2018 a más de 1,85 millones, un aumento de casi un millón desde el 2017.

Para tratar de reconciliar estimaciones contradictorias y confusas, combiné diferentes fuentes y asumí algunas suposiciones simples. Primero, hice algunas suposiciones conservadoras al estimar el número de venezolanos en Argentina, Uruguay y Brasil. Calculé que el número de venezolanos en Argentina y Uruguay durante el 2018 no cambió con respecto al 2017. En el caso de Brasil, me basé en reportes de prensa recientes para estimar que, en comparación con el 2017, hubo un aumento neto de 22.000 venezolanos. Luego, agregué el millón de venezolanos adicionales que viven en esos países a los 1,64 millones de venezolanos que se estimaba que vivían fuera del país en el 2017. Por lo tanto, calculo que hasta mediados de 2018 hay 2,61 millones de venezolanos viviendo en el exterior (Gráfico 1).

La población venezolana emigrante equivale a cerca del 7,6 por ciento de todos los venezolanos (Gráfico 2). El colapso económico en Venezuela comenzó en el 2015, un año después de que los precios del petróleo comenzaran a bajar. El porcentaje de venezolanos viviendo en el extranjero aumentó de 2,2 por ciento en 2015 a 7,6 por ciento en 2018, es decir, un incremento de 3,5 veces. La crisis de los refugiados sirios, que comenzó con el inicio de la guerra civil siria en 2011, es la mayor de la historia reciente. Dicha crisis aumentó el número de sirios que viven en el extranjero en 4,3 veces después de cuatro años de guerra civil.

Venezuela tiene una población mucho más grande que Siria, por lo que tomará más tiempo para que la quinta parte de los venezolanos huyan del país -si alguna vez se llega a ese punto-. Sin embargo, el número de venezolanos que viven fuera de su país podría alcanzar o exceder el número de sirios en una posición similar durante los próximos dos años si las tendencias continúan (Figura 3). De acuerdo a una reciente encuesta, cerca de la mitad de los venezolanos entre los 18 y 24 años de edad dijeron que querían salir de Venezuela, y el 55 por ciento de los encuestados de clase media-alta dijeron lo mismo. Si esas encuestas son acertadas, entonces la duración de la crisis económica en Venezuela determinará si el éxodo venezolano alcanzará las proporciones de los refugiados sirios.

A mediados de 2018, estimo que alrededor del 71 por ciento de los venezolanos que han huido se encuentran en otros países de Sudamérica (Gráfico 4). Alrededor del 12 por ciento ha llegado a Canadá o EE.UU.; el 5 por ciento está en Centroamérica, México o el Caribe; y el 13 por ciento en otras partes del mundo.

En EE.UU., 65.621 venezolanos han solicitado asilo en puertos de entrada desde febrero de 2014, aumentando sustancialmente en 2016 y 2017 (Gráfico 5). El Gobierno Federal de EE.UU.  reaccionó recortando el número de visas turísticas (Visa de No Inmigrante B) que expide a los venezolanos, ayudado más recientemente por las restricciones adicionales impuestas a los venezolanos a través de la llamada prohibición de viajar del presidente Trump. Sin embargo, el número de solicitantes de asilo continuó creciendo al menos hasta finales de 2017 (Gráfico 6).

¿Cómo están reaccionando los países vecinos?

Cerca del 71 por ciento de los venezolanos que han huido se han ido a otros países de América del Sur. Estos países han reaccionado de múltiples maneras al creciente flujo entrante de venezolanos, principalmente emitiendo permisos de trabajo y de residencia a algunos de ellos, mientras que las naciones fronterizas con Venezuela están aumentando la seguridad en la frontera y desplegando tropas. Otras naciones no mencionadas no tienen una política especial de admisión de venezolanos.

En el curso de la redacción de esta nota, Migration Policy Institute publicó un breve y maravilloso estudio de Luisa Feline Freier y Nicolas Parent sobre la crisis migratoria de los venezolanos. Muchos de mis comentarios en esta sección se basan en su excelente trabajo.

Colombia

Colombia ofreció inicialmente un Permiso Especial de Permanencia (PEP) a los venezolanos, así como Tarjetas de Movilidad Fronteriza que permitían viajar libremente entre los dos países. En febrero de 2018, Colombia dejó de expedir ambos permisos debido a la preocupación de que la afluencia de venezolanos fuera demasiado grande. Ahora, muchos están entrando ilegalmente en circunstancias peligrosas.

Brasil

Brasil creó un programa de residencia temporal para los venezolanos en el 2017.

Perú

Perú creó el Permiso Temporal de Permanencia (PTP) para los venezolanos en enero de 2017. El atraso administrativo para el PTP es enorme, por lo que muchos venezolanos están solicitando asilo en su lugar.

Conclusión

La crisis migratoria venezolana va a empeorar antes de que se mejore. Si el mercado laboral y la integración económica de los refugiados sirios fuera de Siria desde el 2011 puede ofrecer algunas lecciones a Sudamérica, estas son las siguientes:

  1. Permitir que los venezolanos trabajen legalmente en los países de acogida para que sus tasas de empleo y de participación en la fuerza laboral aumenten.
  2. Desregular los mercados laborales en general, puesto que mayores oportunidades de trabajo legal reducirán la competencia en el mercado laboral de los venezolanos con la población local.
  3. El empleo legal reduce el costo neto de los servicios sociales y la caridad, a la vez que incrementa los sentimientos de pertenencia y satisfacción entre los emigrantes.

Agradecimiento especial a Maria Rey por su asistencia en la investigación.

Este artículo fue publicado originalmente en Cato at Liberty (EE.UU.) el 20 de julio de 2018.