“Pepe” Mujica y el drama de los refugiados sirios en Uruguay
A juzgar por el comportamiento de las masas populares, daría la impresión que la gente tiene una necesidad psicológica de tener ídolos a quien admirar. Es una empresa que tiene el éxito asegurado porque si no encuentran uno auténtico, igual lo inventan. Y luego que suben a alguien a un pedestal, es muy difícil que en adelante lo vean como realmente es. Se guían por la emoción, que dirigen a un anhelo íntimo y no hacia la persona de carne y hueso.
Eso estaría sucediendo actualmente a nivel mundial con la imagen de José Mujica, el ex presidente de Uruguay.