Héroes del Progreso, Parte 8: William Wilberforce

Alexander C. R. Hammond destaca el trabajo de William Wilberforce, el político inglés que trabajó persistentemente durante décadas para lograr que se aboliera la esclavitud en el Imperio Británico.

Por Alexander C. R. Hammond

Hoy presentamos la octava edición de una serie de artículos de HumanProgress.org titulada, Héroes del Progreso. Esta columna provee una introducción breve a los héroes que han realizado una contribución extraordinaria al bienestar de la humanidad. Puede encontrar la séptima parte de esta serie aquí.

Wilberforce nació el 24 de agosto de 1759 en Kingston upon Hull, Inglaterra. Su padre era un comerciente rico. Cuando tenía 17 años, Wilberforce empezó a estudiar en la Universidad de Cambridge. La muerte de su abuelo y tío dejaron a Wilberforce una fortuna propia y, mientras estaba en Cambridge, vivió una vida relativamente libre de preocupaciones. Como era bien conocido  dentro de la esfera social de la universidad entabló amistad con William Pitt el Joven, quien luego llegaría a ser Primer Ministro.

Luego de graduarse en 1780, Wilberforce decidió buscar un cargo público y, cuando tenía 21 años, llegó a ser Miembro del Parlamento representando a Hull. Fue independiente de de cualquier partido político, declarando que el no era “un hombre de partido”. En sus primeros cuatro años en el parlamento, Wilberforce admitió que “no hizo nada con propósito alguno. Mi propia distinción era mi propósito mimado”. De manera similar a sus días universitarios, Wilberforce era conocido en muchos círculos sociales y le gustaba tomar y apostar.

En 1785, Wilberforce viajó a Europa con su hermana y madre de vacaciones. Durante su tiempo en el extranjero, leyó Auge y progreso de la religión en el alma. Este libro tuvo un impacto profundo en la vida de Wilberforce. Se convirtió al evangelismo cristiano, perdió el interés en los juegos de cartas y en la bebida, y empezó a levantarse temprano por las mañanas para leer la Biblia. Luego, decidió comprometer el trabajo futuro de su vida al servicio de Dios.

Desde ese entonces, sus opiniones políticas estuvieron guiadas por su fe y su deseo de promover la ética cristina. Y así empezó su preocupación de toda una vida con la reforma social.

En 1786, Wilberforce empezó a jugar un papel activo en el movimiento abolicionista. En 1787, escribió en su diario que Dios había puesto ante él el objetivo de suprimir el comercio de esclavos. Un grupo de abolicionistas evangélicos conocidos como la Secta Clapham pronto reconocieron a Wilberforce como su líder.

En 1789, introdujo 12 resoluciones diferentes en contra del comercio de esclavos en la Cámara de los Comunes del Parlamento Británico. Aunque muchas veces fue respaldado por Pitt y el famoso Miembro del Parlamento y filósofo Edmund Burke, las medidas de Wilberforce no lograron obtener el respaldo de la mayoría. Wilberforce persistió e introdujo legislación contraria a la esclavitud en 1791, 1792, 1793, 1797, 1798, 1799, 1804, y 1805. Todas fueron derrotadas.

Luego de la muerte de Pitt en 1806, Wilberforce trató una vez más, pero esta vez, en lugar de hacer un llamado a la prohibición directa de la esclavitud, Wilberforce propuso de manera estratégica una ley que ilegalizaría que los dueños de los esclavos los pudieran comercializar con las colonias francesas. La ley fue aprobada y este pequeño paso logró socavar y debilitar el poder de los dueños de los barcos de esclavos, haciendo más fácil para Wilberforce el trabajo de lograr que se apruebe legislación en el futuro.

En 1807, Wilberforce logró la aprobación de la Ley del Comercio de Esclavos en ambas cámaras del Parlamento. Sin embargo, la ley de 1807 solo prohibió el comercio de esclavos y muchos esclavos continuaron viviendo en la esclavitud.

Durante el resto de su vida, Wilberforce hizo campaña por lo derechos de los esclavos y, a pesar de una salud en declive, permaneció siendo fundamental para el movimiento abolicionista. En 1825, Wilberforce rechazó un tituló y renunció a su puesto en el Parlamento por motivos de salud.

El 26 de julio de 1833, el gobierno del Partido Whig introdujo una Ley para la Abolición de la Esclavitud bajo el liderazgo de Earl Grey y reconoció formalmente a Wilberforce en el proceso. La ley prohibiría la esclavitud en gran parte del Imperio Británico. Wilberforce murió tan solo 3 días después, el 29 de julio de 1833, luego de haber escuchado la feliz noticia.

El trabajo de Wilberforce fue integral para lograr la prohibición de la esclavitud en todo el Imperio Británico, la principal potencia mundial en esa época. Luego de eso, los barcos británicos y los marinos reales procedieron a extinguir la esclavitud en gran parte del mundo. Por primera vez en la historia de la humanidad, el sufrimiento de millones fue aliviado y la dignidad de cada ser humano fue reconocida. Por esta razón William Wilberforce es nuestro octavo Héroe del Progreso.

Este artículo fue publicado originalmente en HumanProgress (EE.UU.) el 28 de diciembre de 2018.