Finlandia no es socialista
Erika Donjuan Callejo y Miguel A. Cervantes indican que a pesar de tener impuestos altos y un gasto público elevado, Finlandia está lejos de encajar en la definición clásica de una economía socialista puesto que goza de un alto nivel de libertad económica.
Por Erika Donjuan Callejo y Miguel A. Cervantes
En Latinoamérica los socialistas han difundido el mantra que Finlandia es un ejemplo de que el socialismo sí funciona. Si utilizamos la definición clásica de socialismo como el gobierno que ejerce un control de precios, asume la producción, y nacionaliza los activos, nada de eso existe en Finlandia. Allí no hay control gubernamental de la inversión, ni control de precios. Hay un amplio grado de libertad para las empresas, el gobierno no es dueño de fábricas ni de las minas. Bajo esa definición de socialismo, Finlandia nunca ha sido socialista.
Finlandia se destaca por ser un país que anima la inversión minera, dado que según la encuesta mundial minera del Instituto Fraser, este goza de una de las mejores políticas mineras (se ubica en el tercer lugar de esta encuesta). El país es conocido por el modelo capitalista social-demócrata, en los términos de Bruno Amable. En este modelo se combinan los mercados libres con un estado benefactor muy extenso.
Veamos el reporte de libertad económica del Instituto Fraser y la clasificación de Finlandia. El premio nobel Douglass North ha declarado que el índice del Instituto Fraser es la mejor medida de “la eficiencia de los mercados”. La libertad económica se mide en una escala de 0 a 10, donde un valor más alto indica un mayor nivel de libertad económica. En el reporte de 2019, con información del 2017, Finlandia obtiene el puntaje 7,8/10 y está clasificada en el lugar 21 de 162 países. Esto nos indica que Finlandia es un país de libre mercado. Veamos los cinco componentes.
- Tamaño del estado
El puntaje de Finlandia en este componente es de 4,7. Las razones por las cuales este componente es bajo son las siguientes: tiene un consumo del gobierno muy elevado, que equivale al 30 por ciento del consumo total. Los subsidios como porcentaje del PIB llegan al 24 por ciento. El impuesto sobre la renta personal máximo puede llegar al 54 por ciento. La política fiscal de Finlandia es una pesadilla. Por otro lado, hay algo positivo en este componente, las empresas estatales no ocupan un lugar importante en la economía. La inversión publica como porcentaje de la inversión total solo ocupa el 18 por ciento. Afortunadamente, el tamaño del gobierno constituye solo un 20 por ciento del puntaje total de libertad económica. - Estructura legal y seguridad jurídica
El puntaje de Finlandia en este componente es de 8,8, el mejor del mundo. Hay la más alta independencia judicial e imparcialidad de los tribunales. Esto es, los políticos y empresarios poderosos no pueden influenciar las decisiones legales. Existe una excelentísima protección a la propiedad privada de los finlandeses. El ejército no interfiere en el sistema legal. Existe certidumbre en la compra y venta de bienes y raíces, ya que el sistema de catastro es de primera. Los costos de compra y venta de bienes y raíces son relativamente bajos. La policía es muy eficaz, por lo que la tasa de criminalidad contra las empresas es casi nula. Por esta razón Finlandia tiene un sistema legal muy íntegro. - Acceso a una moneda fuerte
El puntaje de este componente es de 9,4. Esto se debe a la estabilidad monetaria y al buen manejo de las variables macroeconómicas, razón por la cual la inflación es bajísima, del 0,75%, y varía poco de un año a otro. En Finlandia es posible tener cuentas en divisas extranjeras. - Libertad para comerciar internacionalmente
El puntaje en este componente es de 8,22, lo cual indica una gran apertura al comercio internacional y a la inversión extranjera. El arancel promedio externo es bajo, de 5,2%. Recordemos que Finlandia pertenece a la Unión Europea (UE) y con los países de la UE no hay aranceles, solo se aplica al arancel promedio de nación más favorecida a los países no miembros de la UE. Además, la UE tiene un acuerdo de libre comercio con la Asociación Europea de Libre Comercio que incluye a Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza. La UE tiene varios acuerdos de libre comercio con diferentes países como Canadá y México. Finlandia tiene pocas barreras no arancelarias y el proceso de importación y exportación es transparente y ágil. El país tiene una gran apertura a la inversión extranjera directa. Otro índice que corrobora el alto nivel de integración a los mercados mundiales es el índice suizo KOF Globalisation, en el que Finlandia ocupa el lugar 10. - Regulaciones al crédito, al trabajo y a las empresas
El puntaje en este componente es de 7,9. Destaca en esta área un alto nivel de competencia en el sector bancario. En las regulaciones del mercado laboral, tenemos una bolsa mixta. Hay subcomponentes que reducen el puntaje, como por ejemplo: los contratos temporales para trabajos permanentes están prohibidos y estos contratos no se pueden renovar por más de 60 meses. Además, los contratos colectivos se hacen a nivel nacional. Por otro lado, hay subcomponentes que suben el puntaje como las regulaciones de horas, ya que no hay restricciones para las horas extras, trabajo de noche, trabajo durante el fin de semana y en días festivos. Es posible rescindir un trabajador en tiempos de vacas flacas, sin que esto resulte en problemas legales para las empresas. Podemos resumir que hay cierta inflexibilidad en la contratación, pero gran flexibilidad en la regulación de las horas de trabajo y del despido justificado. En cuestión de regulaciones empresariales: es fácil abrir empresas de forma ágil con un costo muy bajo, solo 0,8 por ciento del ingreso per cápita; no es necesario dar sobornos para agilizar los trámites. Las licencias para operar se obtienen relativamente rápido. Pagar impuestos es fácil y transparente, ya que es sencillo realizar el cálculo de impuestos. Por la buena calidad de sus regulaciones, Finlandia es un paraíso para emprender. Los empresarios, emprendedores y artesanos tienen certidumbre en torno a sus proyectos porque saben que las regulaciones son claras, previsibles, y eficaces.
En conclusión, Finlandia es un país con un sistema de libre mercado: tiene el mejor sistema legal, estabilidad monetaria, una gran libertad de comerciar a través de las fronteras y regulaciones eficaces. Solo se encuentra bajo su puntaje en el componente "tamaño del estado" debido a sus impuestos elevados. Los altos puntajes en los componentes 2,3,4,5 compensan el bajo puntaje en el primer componente. Muchos empresarios y emprendedores tendrán proyectos empresariales en Finlandia gracias a la certidumbre jurídica, monetaria, comercial, regulatoria, y de gobernabilidad, aunque tengan que pagar altos impuestos.
Los países más económicamente libres son siempre los que en gran parte de los análisis comparativos ocupan los primeros lugares. La libertad que gozan las empresas y el respeto a los derechos de propiedad privada han llevado a Finlandia a ocupar los primeros lugares en el Índice de Desarrollo Humano que elabora la Organización de las Naciones Unidas, ocupando el lugar número 15. Se encuentra también en el lugar 17 de un total de 190 países del ranking Haciendo Negocios del Banco Mundial por su entorno amigable a los negocios. También es, según Transparencia Internacional, uno de los países con menos percepción de corrupción del sector público (posición 3 de 180). Su PIB per cápita es también uno de los más altos en el mundo.
Sin embargo, esto no es defensa del estado de bienestar y los impuestos altos. Según el economista Dan Mitchell, los países escandinavos se hicieron ricos cuando los impuestos eran bajos y el estado de bienestar no existía. Además, el generoso sistema de protección social de Finlandia actualmente tiene bastantes presiones financieras, debido principalmente al envejecimiento de su población. Esto está poniendo en duda la sostenibilidad de su actual sistema de seguridad social.
Finlandia aún puede darse el lujo de tener impuestos altos porque tiene altos puntajes en los otros componentes de la libertad económica. Sin embargo, los impuestos altos reducen el crecimiento económico pues su sistema de bienestar social al ser tan generoso, es relativamente caro e insostenible en el largo plazo.