¿Es cristiano aumentar los impuestos?

Por Stephen Moore

Recientemente un gobernador estadounidense intentó pasar el aumento de impuestos más grande en la historia de su estado, y dijo tener un partidario sumamente influyente de su lado: Dios.

El gobernador republicano de Alabama afirma que es su "deber cristiano" aumentar los impuestos (en un 22%) con el fin de financiar servicios gubernamentales vitales para ayudar a los pobres.

Bien, pero eso levanta la interrogante de si aumentar los impuestos es una respuesta cristiana en tiempos difíciles. La Biblia parece ser ambigua en este punto. Los que apoyan el aumento de los impuestos del gobernador señalan que Jesús predicó que "Dadle al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios".

También es cierto que Jesús no simpatizaba en lo absoluto con los recaudadores de impuestos.

La Biblia de hecho hace un llamado para que seamos caritativos y ayudemos a los pobres—esa es la esencia de llevar una vida cristiana. Pero un acto de caridad es por definición una acción que es voluntario. Los impuestos no son voluntarios. (Intente no pagarlos y vea lo que sucede).

Además, los bienhechores socialdemócratas son en muchas formas unos hipócritas consumados: Para avanzar la justicia social demandan sacrificios por parte de otros que ellos no tomarían voluntariamente por sí mismos. Por ejemplo, el financista Warren Buffet recientemente escribió que él se opone al recorte de impuestos del presidente George W. Bush y que la gente rica como él no necesita un recorte de impuestos. Pero cuando se le preguntó si él iba a entregar los millones de dólares extra que les serán devueltos debido al recorte de impuestos de Bush, se quedó convenientemente callado.

Uno se pregunta si Jesús creía que existía un límite sobre cuántos impuestos debería uno pagar. El diezmo bíblico es del 10%. ¿No debería ser que lo que es suficiente para Dios debería también ser suficiente para el Estado? Hoy en día la familia estadounidense promedio paga en impuestos aproximadamente 38 centavos por cada dólar ganado. Eso quiere decir que actualmente estamos pagando casi 4 veces lo que la Biblia declara que es necesario para ser individuos caritativos.

Donald Hughes, de Jesus.Journal.com, hace una última pregunta ética: "De todas formas, ¿quién dice que un aumento de impuestos va a ayudar a los pobres?"

Esa es la pregunta que ningún socialdemócrata se atreve a responder. Para la izquierda no existe duda alguna de que el Estado gigante ayuda a la gente. Pero si ese fuera el caso entonces el país más cristiano y más rico del siglo XX debió haber sido ya sea la China de Mao o la antigua Unión Soviética. Después de todo, esos regímenes comunistas querían tanto a los pobres que impusieron virtualmente un impuesto del 100% sobre los trabajadores. Lo que produjeron no fue alivio para los que menos tenían sino un montón de pobres.

Los estudios muestran que las naciones con mayor libertad y los impuestos más bajos tienen los menores niveles de pobreza. El libre mercado es un sistema económico cristiano debido a que realiza un mejor trabajo que cualquier otro sistema jamás diseñado en alimentar, vestir y darle techo a los pobres. Si alguien no cree que esto sea así, basta ir a los países que no practican el libre mercado y comparar el nivel de vida de sus pobres con el de los que sí lo practican.

Una de las lecciones de la historia es la de ser cuidadosos con los políticos que afirman que Dios es su copiloto. Algunos de los líderes políticos más nefastos, como Hitler y Osama bin Laden, han invocado el nombre de Dios a la hora de generar apoyo para sus actos de violencia y afrentas contra la libertad, incluida la libertad religiosa.

Así que no existe un caso moral en favor de pagar impuestos más altos. De hecho, si este gobernador estadounidense en verdad quiere realizar su deber cristiano y ayudar a los pobres, debería intentar reducir los impuestos, no aumentarlos. No puedo afirmar que tendrá a la Biblia de su lado, pero sí tendrá una sólida teoría económica tras de él.

Traducido por Juan Carlos Hidalgo para Cato Institute.