En recuerdo de Dalmacio Negro

Carlos Rodríguez Braun conmemora la vida y obra de Dalmacio Negro Pavón, un liberal español que cometió dos incorrecciones políticas: fue liberal y cristiano.

Por Carlos Rodríguez Braun

Ha muerto en Madrid a los 93 años el catedrático y académico Dalmacio Negro Pavón, un sabio que cometió dos incorrecciones políticas de saludable calado: fue liberal y cristiano. Nunca creyó, en efecto, que el liberalismo era pecado. Al contrario, ubicó la caída en la política moderna: "La lucha es hoy entre el Estado y la Iglesia".

Por eso su compañero en la Universidad San Pablo CEU, el profesor Elio Gallego, subrayó en El Debate, que "a diferencia de los liberales clásicos, Dalmacio Negro se mostró en todo momento renuente a aceptar como un logro positivo la escisión operada entre Estado y Sociedad, escisión donde el Estado asume íntegramente para sí el dominio de lo público en tanto que la sociedad queda reducida a mero agregado de individuos apegados a sus intereses particulares". El Estado moderno se expande "sobre una sociedad ahora invertebrada y cuya única cohesión, desparecido su ethos y sin una articulación interna, venía del mismo Estado, provocando con ello una deriva próxima al totalitarismo, cuando no abiertamente totalitaria, aun cuando éste se revista de la narcótica y benevolente forma de Estado de bienestar".

En una línea parecida razonó en VozPópuli Rubén Manso, presidente del Centro Diego de Covarrubias, que evocó La tradición liberal y el Estado, importante obra de Dalmacio Negro, que "anunció lo que algunos comienzan a ver ahora y muchos ignoran todavía: el Estado del Bienestar encubre un totalitarismo que esclaviza y depreda el producto de los esfuerzos de los individuos".

La defensa de la religión era para Dalmacio la defensa de la libertad. Y viceversa. Dijo: "No es ocioso recordar que Gramsci, un pensador secundario, pero sumamente influyente, pensaba que el marxismo sólo podría triunfar si se eliminaba la religión cristiana".

En esa lucha por la libertad se esforzó Negro hasta el final –impartió su última clase en el CEU pocos días antes de morir–.

En lo personal, conocí y aprecié a Dalmacio desde hace años, compartimos los premios Juan de Mariana y Diego de Covarrubias, y solo tengo palabras de gratitud hacia él, que siempre me dio muestras de apoyo y simpatía, escribió hace pocos meses en respaldo de mi último libro, y presentó y defendió mi candidatura a la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas.

Descanse en paz, Dalmacio Negro Pavón, cristiano, sabio, liberal.

Este artículo fue publicado originalmente en La Razón (España) el 29 de diciembre de 2024.