En memoria de James Gwartney
Ian Vásquez destaca la vida y obra del economista James Gwartney (1940-2024).
Por Ian Vásquez
El economista James Gwartney falleció el domingo a los 83 años. Fue un académico prolífico, un colega (fue académico adjunto en Cato) y un verdadero caballero. Bob Lawson y Richard Vedder escribieron un agradable reconocimiento a Jim en el Wall Street Journal.
Jim pasó la mayor parte de su carrera como profesor de economía en la Universidad Estatal de Florida. Durante ese tiempo influyó en generaciones de economistas que desde entonces se han convertido en catedráticos consumados. Lo hizo como mentor y mediante la publicación de innumerables artículos académicos y su exitoso libro de texto Economics: Private and Public Choice, y otros libros de los que fue coautor, como Common Sense Economics y el informe anual Economic Freedom of the World.
También influyó su participación en la Public Choice Society y la Association of Private Enterprise Education, de las que fue presidente, y que se han convertido en una alternativa a las asociaciones económicas más consolidadas, que Jim consideraba, con razón, que se habían vuelto insulares, elitistas e ideológicamente estrechas. El año pasado, el Instituto Johns Hopkins de Economía Aplicada publicó una larga e informativa entrevista con Jim sobre la obra de su vida.
Jim fue también amigo y colega de muchos de nosotros en Cato. Su relación con el Instituto comenzó a principios de los años ochenta, cuando colaboró más estrechamente con mi colega de Cato Jim Dorn. Intervino en numerosos actos de Cato y escribió innumerables artículos en el Cato Journal sobre una serie de temas que reflejaban sus amplios intereses: el tamaño del gobierno, el impuesto único, la elección educativa, la política monetaria, la planificación central, etcétera.
Uno de los principales intereses de Jim era el estudio de la elección pública, un enfoque económico para analizar el proceso político tal y como funciona en el mundo real y que tiene en cuenta el fracaso del gobierno. En un artículo publicado hace una década en Cato Policy Report, Jim celebraba la llamada revolución de la elección pública en su campo, pero lamentaba su abandono en las universidades de élite, que ejercen una enorme influencia sobre los estudiantes y la profesión económica: "Como resultado, el enfoque dominante está dejando tanto a los estudiantes actuales como al público en general una visión engañosa, falsa y romántica del gobierno y del funcionamiento del proceso político democrático".
Fue a través del informe Libertad Económica del Mundo, publicado por el Instituto Fraser y coeditado en Estados Unidos por Cato, que empecé a interactuar y a trabajar con Jim a partir de mediados de los años noventa. El informe, del que es coautor fundador, ha servido como una herramienta empírica inestimable y eficaz para demostrar a los formuladores de políticas públicas, los periodistas y el público en general que existe una estrecha relación entre la libertad económica y la prosperidad, así como una serie de mejoras en el bienestar humano. Los académicos han utilizado el índice en más de 1.300 trabajos académicos.
Un ejemplo de la influencia del informe es el trabajo de nuestro amigo y colega Andrei Illarionov, cuyo instituto en Rusia coeditó el informe en sus inicios. Cuando Vladimir Putin llegó a la presidencia y Andrei se convirtió en su principal asesor económico, la necesidad de libertad económica se convirtió en un tema del Kremlin y se incluyó en el discurso de Putin sobre el estado de la nación.
Aunque con el tiempo Rusia se apartó de la libertad, logró algunas reformas importantes a favor del mercado en los primeros años de Putin, incluida la implantación de un impuesto único, una reforma que Jim defendió durante una visita a Moscú (que culminó con una reunión con Putin y un grupo de economistas occidentales) por invitación de Andrei.
Otro ejemplo de la influencia del índice de libertad económica es el del recién elegido presidente de Argentina, Javier Milei. Cuando Milei explica en innumerables entrevistas y discursos nacionales que los países más libres económicamente son ocho veces más ricos que los menos libres, su referencia es el informe Libertad Económica del Mundo, que cita explícitamente aquí en una conferencia académica antes de ser presidente (min. 31). Podría dar muchos más ejemplos de la influencia del índice.
Jim siempre apoyó mucho nuestro trabajo en Cato. Yo y otros nos beneficiamos de su orientación en la creación del Índice de Libertad Humana anual (coeditado por Cato y Fraser), del que soy coautor y que es una consecuencia del índice de libertad económica. Jim participó en los numerosos seminarios en Estados Unidos y Europa previos a la creación del informe y se mostró entusiasmado con su potencial.
Jim empezó a quedarse ciego hace más de veinte años, en la época en que fue economista jefe del Comité Económico Conjunto del Congreso de Estados Unidos. Sin embargo, el deterioro de su visión no pareció mermar su alto nivel de productividad ni su buen humor durante el resto de su vida.
Aunque se quedó completamente ciego, siempre fue un misterio para los demás cómo mantenía el ritmo o podía recitar los detalles más minuciosos de los nuevos estudios en las largas presentaciones que hacía sobre diversos temas. Nunca olvidaré que cuando le pregunté cómo conseguía mantener una buena actitud y un alto nivel de rendimiento, me respondió que "nunca es un buen momento para ser ciego, pero nunca ha habido un momento mejor que ahora", y pasó a citar nuevas tecnologías útiles para los ciegos.
Jim Gwartney fue una inspiración por su erudición, su carácter y su amistad. Descanse en paz.
Este artículo fue publicado originalmente en Cato At Liberty (Estados Unidos) el 10 de enero de 2024.