El secuestro de la voluntad popular por parte de los políticos
Víctor Pavón comenta las reglas del sistema electoral paraguayo, las cuales derivan en que los caciques de cada partido hagan y deshagan a su gusto las listas cerradas de candidatos.
Por Víctor Pavón
El sistema electoral que hoy tenemos –el de las listas cerradas llamadas sábanas– está hecho para proponer y sostener en sus cargos a aquellos que prefieren ser genuflexos a sus jefes de turno, por tanto, no tienen ideas renovadoras ni el coraje suficiente para hacer los cambios que el Paraguay necesita, lo que explica a su vez la baja calidad de la política en el país.
La voluntad popular ha sido secuestrada por los mismos partidos políticos porque a sus caciques de turno les conviene hacer y deshacer a su gusto e interés las listas que ellos mismos confeccionan, previo pago de dinero mal habido que va sus bolsillos generándose en todo ese proceso una serie de delitos que termina en el enriquecimiento ilícito que sobre ellos pesa.
Sin embargo, todavía peor es el engaño que hacen al pueblo porque de modo "legal" (un resultado más del perverso positivismo jurídico) secuestran en cada elección la verdadera voluntad que el pueblo desea expresar: al votar a la lista se vota a todos los que ahí están cuando no todos los que están son los deben ser electos.
Esto es lo que hoy tenemos y será un avance que al menos se modifique este sistema por un desbloqueo parcial de la lista cerrada, esto es, mediante el doble voto preferencial por el cual se podrá elegir al partido y a un candidato según el parecer del ciudadano. Pero, este doble voto preferencial no solo debe darse en la internas partidarias, también debe producirse en las generales.
De manera que expreso aquí mi apoyo por el desbloqueo con doble voto preferencial tanto en las internas como en las generales porque así al menos ya tendremos un avance en la materia; pero, también digo que aun así permanecerá intacta el modelo proporcional de listas cerradas, aunque ahora desbloqueadas.
Este es el motivo por el cual, digo que el mejor sistema es el uninominal y votando a los candidatos por circunscripciones de modo que electo se convierta en el representante de ese lugar, pues sería una manera también de elevar el debate y exigir rendición de cuentas a aquellos que utilizando nuestro dinero realmente defiendan los derechos individuales a la vida, la libertad y la propiedad.
Finalizo diciendo lo que el presidente Eligio Ayala manifestaba con razón: "El gobierno republicano es de opinión, y en consecuencia, de libre deliberación. Por esta razón, es igualmente incompatible con el despotismo y la demagogia”.