El Salvador: Abandonando el barco

Manuel Hinds comenta que "El gobierno de Mauricio Funes se está quedando rápidamente sin amigos. En las últimas semanas varios miembros del gabinete han salido del gobierno y se han volteado públicamente contra él".

Por Manuel Hinds

El gobierno de Mauricio Funes se está quedando rápidamente sin amigos. En las últimas semanas varios miembros del gabinete han salido del gobierno y se han volteado públicamente contra él. El Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) está realizando actos políticos que lo colocan como parte de la oposición. Realmente, parece que quiere posicionarse como el principal partido de oposición, desplazando a la Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), que está mucho más callado y mucho menos agresivo. Este abandono ya se venía venir.

Es consecuencia de dos cosas que están pasando. Una es que el fracaso del gobierno ya es más que evidente hasta para los que quisieron darle una larga oportunidad para que se compusiera. La otra es que ya le queda poco tiempo en el poder. Muchos de los que rodearon al presidente cuando le quedaban varios años en el poder están encontrando conveniente apartarse de él ahora que ya le quedan menos de dos. No quieren que el fracaso les afecte sus oportunidades cuando llegue el 2014.

Era de esperarse, pues, que, algunos con disimulo, otros con gran fanfarria, se bajaran del barco del gobierno. Los marineros predicen la suerte de los barcos de acuerdo a lo que las ratas hacen antes de cada viaje. Si éstas se suben al barco o se quedan en él, los marineros predicen que el barco no se va a hundir. Si las ratas se bajan, es señal segura de que el barco no regresará. Este método atribuye a las ratas el mismo tipo de premoniciones que se dice que tienen otros animales que se alejan corriendo de lugares en donde habrá erupciones o temblores. En el caso del gobierno de El Salvador, no hay necesidad de ninguna premonición. El barco ya se está hundiendo, aquí mismo, en el puerto.

Aunque era predecible que sucediera, de todos modos es interesante ver quienes son los que se están bajando del barco. No son simples marineros sino, al contrario, son los que diseñaron el barco, los que aseguraron al pueblo que produciría un gran cambio hacia el desarrollo, y los que luego, con su propia irresponsabilidad frente a los problemas del país y con su total concentración en disfrutar lo que ellos mismos llaman "las mieles del poder", abrieron el hoyo que lo está hundiendo. Por casi tres años disfrutaron de esas mieles, sin hacer nada positivo para el país en los mejores de los casos y destruyendo mucho en los peores de ellos. Ahora se quieren desentender de lo que han hecho, echándole la culpa al presidente Mauricio Funes de todos los desastres que han caído sobre el pueblo como resultado de su presidencia.

Nadie puede negar que el presidente ha tenido un papel muy protagónico en todos estos desastres, pero los que se están yendo y los que ya están empacando no pueden simplemente darse la vuelta y pretender que hasta este momento se han dado cuenta de que "el cambio" positivo que ellos mismos habían prometido no se ha dado, que lo que ha habido es un drástico cambio para peor, y que en el proceso han entrampado al pueblo en un pantano de incompetencia y negligencia del que tardará años en salir.

La responsabilidad es clara en el caso de los ministros y los altos funcionarios de gobierno, que no son (o al menos no deberían haber sido) pinches ejecutores de órdenes del presidente. No pueden culpar al presidente por no haberles dado órdenes de lo que tenían que hacer. Ellos eran los supuestos factores de cambio y ahora, después de tres años de no hacer nada, se quejan de que el presidente no creó el ambiente para el cambio que ellos tenían que hacer. El presidente no cumplió con su deber. Pero ellos tampoco. Y si no podían hacer su trabajo, lo hubieran dicho antes.

Más clara y más grande es la responsabilidad del FMLN, que, conociendo las limitaciones del ahora presidente, lo escogió como candidato para que hiciera lo que hizo — dedicarse a otras cosas mientras ellos supuestamente iban a manejar el país. Él cumplió con su parte. Ellos sumieron al país en un caos terrible. La incompetencia de la que ellos ahora se quejan es la de ellos mismos.

Este artículo fue publicado originalmente en El Diario de Hoy (El Salvador) el 8 de mayo de 2012.