El impacto negativo de los subsidios estatales sobre las pequeñas pesqueras y el stock de pescado

Coty Perry señala que los estados destinan más de $35.000 millones al año en subsidios a la industria comercial de pesca, exacerbando así la pesca en exceso.

Por Coty Perry

Como muchas personas saben, el futuro de los océanos podría estar en riesgo por la contaminación y el exceso de pesca. Los primeros instintos del estado es hacer lo que siempre hace: intervenir y asumir la responsabilidad de resolver el problema. Pero, ¿cuál es la solución adecuada? La intervención estatal frecuentemente hace más daño que bien. En lugar de depender de la política para proteger los océanos, mejor nos va dejándole el futuro a la ciencia. 

Por ejemplo, considere los subsidios a la industria pesquera. La industria pesquera está sufriendo, con la contaminación y las temperaturas en alza entre los factores que impactan las vidas de los pesqueros comerciales. Como respuesta a esto, los estados pagan más de $22.000 millones al año en subsidios para aumentar la capacidad, los cuales ayudan a compensar el costo del combustibles, los equipos, y el mantenimiento de las embarcaciones. Estos subsidios hacen que sea más barato pescar, pero también conducen a una explotación en exceso de la población de peces y dificultan que las pequeñas pesqueras compitan. En lugar de ayudar, los subsidios terminan socavando la industria pesquera. Los subsidios fortalecen la monopolización de la industria comercial pesquera al permitir que solo los grandes jugadores obtengan su porción de pescados. Muchos expertos creen que los subsidios agotan el stock de pescados del cual dependen estas pesqueras, y la ciencia nos dice que remover los subsidios a la industria de pesca aumentaría la disponibilidad general de pescado. 

La respuesta estatal, en otras palabras, ha llevado a un declive en la tasa de captura y a un agotamiento del stock de pescados en las aguas más profundas donde antes no era posible pescar. En general, los estados destinan más de $35.000 millones cada año a la industria comercial de pesca. Esto equivale a 20 por ciento del valor de cada pescado comercial capturado. Con el stock de pescado en niveles históricamente bajos y con gran parte del mar pescado más allá del punto de recuperación, ¿será que más pesca es la respuesta a nuestros problemas?

Los principales que pescan en exceso no siempre están en el mundo occidental. EE.UU. es el único país occidental que aparece en la lista “Pacific 6” de países que son responsables de 80 por ciento de la pesca mundial de atún patudo (bigeye tuna), por ejemplo. Los otros son China, Japón, Taiwán, Corea del Sur, e Indonesia. De hecho, China es el principal agresor. En 2018, China distribuyó $7.200 millones en subsidios —más que cualquier otro país de los Pacific 6. El país tiene alrededor de 17.000 barcos, muchos de los cuales están pescando ilegalmente con red barredera a lo largo del Pacífico

Para salvar la industria de pesca, debemos prevenir la pesca en exceso. Y para lograrlo, deberíamos depender de la tecnología, no de los subsidios. Empresas como Fishtek Marine buscan acabar con la captura accesoria, la cual constituye hasta un 40 por ciento de la captura mundial. La captura accesoria ocurre cuando otro animal marino es accidentalmente atrapado por una red de pesca que pretendía capturar otra cosa. La tecnología de Fishtek advierte a los mamíferos del mar que dependen la ecolocalización para comunicarse entre sí. Si la tecnología fuese adoptada ampliamente, los mamíferos sabrán que necesitan mantenerse lejos del área pescada, evitando así las redes de pesca. Eso no solo salvará la vida marina, sino que reducirá el stress y el trabajo involucrado en la pesca comercial también.

Si el estado va a gastar dinero en la industria de pesca, debería tomar estos mismos subsidios y atarlos a la conservación y a la sustentabilidad en lugar de que estén atados a las operaciones de pesca a gran escala. Los derechos de uso territorial en el manejo de pesquerías (TURF, por sus siglas en inglés), por ejemplo, permite que ciertos pesqueros pesquen en ciertas áreas durante una cantidad asignada de tiempo. Países como Chile, Belice, Dinamarca, y EE.UU. ya han empezado a implementar los procedimientos de los TURF. 

El estado de los océanos del mundo empeora debido a los subsidios estatales, los cuales podrían conducir a la monopolización y al exceso de pesca. ¡Los subsidios deberían parar!

Este artículo fue publicado originalmente en HumanProgress.org (EE.UU.) el 19 de mayo de 2021.