El caso en contra de prohibir el SPAM
El correo electrónico no solicitado, o "spam," es un gran problema, pero la legislación ofrecida para supuestamente resolverlo puede empeorar las cosas.
La razón de que contemos con un Internet en donde se pueda contactar a quien uno quiera es que otros también puedan contactarlo a uno. Los que envían spam no pagan estampillas o llamadas de larga distancia. La solución radica entonces en devolverles dichos costos; la interrogante es si hacerlo legislativamente o tecnológicamente.
Definitivamente se debe castigar el comercio de mercancía fraudulenta o el hacerse pasar por alguien más en el encabezado de un correo electrónico, de la misma forma que se debe penalizar el rompimiento de un acuerdo hecho con un proveedor de Internet que prohíba grandes cantidades de correo. Sin embargo, en el debate sobre spam, es importante evitar reprimir el comercio electrónico beneficioso.
Si una ley simplemente manda a los más notorios despachadores de spam al extranjero para que nos continúen martillando, eso puede crear una maraña legal y regulatoria para los pequeños empresarios que intentan enviar comercio electrónico legítimo, o para compañías dominantes que no envían spam.
En el mejor de los casos, una mala legislación crearía serios problemas para los despachadores de correos electrónicos no comerciales, como las organizaciones sin fines de lucro. ¿Se convertirán en sospechosos los anuncios saltarines en el período posterior a la legislación? No son correos electrónicos, pero son comerciales y no son solicitados.
Finalmente, las prohibiciones legales a las falsas direcciones de respuesta de los correos electrónicos, así como las prohibiciones al software capaz de esconder dicha información, tienen implicaciones preocupantes para la libertad de expresión y el anonimato de las personasy de todas formas serán ignoradas por los que envían spam.
Los individuos deberían retener la habilidad de proteger su anonimato aún en (o quizás especialmente en) herramientas de comunicación en masa como el correo electrónico.
Enfoques más inteligentes a la epidemia del spam incluyen mejores filtros de correos electrónicos, tales como arreglar la pantalla del dueño de tal forma que elimine los correos en masa y reciba únicamente de direcciones electrónicas reconocidas y aprobadas.
Identificadores o "sellos" para correos electrónicos comerciales de confianza pueden ser otra manera de ayudar a los ISP's a bloquear correo no solicitado. Un nuevo consorcio que incluye a American Online, Microsoft y Yahoo establecido para "certificar" los correos electrónicos reforzaría este enfoque.
Dado el deseo perfectamente entendible de detener los correos electrónicos no solicitados, resulta muy fácil para las autoridades afectar al comercio legítimo, las comunicaciones y la libertad de expresión. Y paralizar el comercio en Internet no tiene sentido si el spam continúa siendo enviado desde el extranjero.
Traducido por Juan Carlos Hidalgo para Cato Institute.