El capitalismo y los políticos
por Walter Williams
Walter Williams es profesor de economía en la Universidad George Mason y académico asociado del Cato Institute.
Hay algunos argumentos tan ilógicos que sólo los políticos pueden creerlos. Uno de ellos es que el capitalismo beneficia más a los ricos que a la gente común y corriente. Veamos.
Hay algunos argumentos tan ilógicos que sólo los políticos pueden creerlos. Uno de ellos es que el capitalismo beneficia más a los ricos que a la gente común y corriente. Veamos.
Los ricos siempre gozaron de fácil acceso al entretenimiento, a menudo en el confort de sus palacios y mansiones. Los ricos nunca tuvieron que pasar la escoba, planchar ropa ni estar esclavizados en la cocina preparando alimentos para su familia. Son cosas que dejan al servicio doméstico. Sin embargo, hoy en día la gente común y corriente tiene acceso a cosas que sólo los ricos podían antes disfrutar. La producción masiva del capitalismo ha puesto al alcance de la gente común radios, televisores, aspiradoras, ropa que no necesita plancha y hornos microondas.
Y ¿qué me dice de aquellos que hicieron fortuna sirviendo a la gente común? Henry Ford hizo una gran fortuna con una línea de ensamblaje que fabrica autos masivamente, pero el gran beneficiario fue el hombre común que por primera vez se podía comprar un carro. Los descubridores y los laboratorios que desarrollaron la penicilina y las vacunas contra el polio y la tifoidea se hicieron ricos, pero más se benefició la humanidad. Más recientemente, las computadoras y los programas han tenido un impacto positivo en nuestra salud, seguridad y calidad de vida en mucho mayor grado que el enriquecimiento logrado por sus creadores.
Hagamos una prueba. Párese en cualquier esquina y fíjese en la gente que camina o pasa en un auto por allí. Entonces, basado en su apariencia decida si son ricos o no. Hace algunos años eso no sería difícil determinar. La gente ordinaria no estaba bien vestida ni manejaba automóviles.
Esa es una de las ventajas del capitalismo: ha hecho posible que la gente corriente disfrute de algunas de las cosas que sólo los ricos antes tenían.
El capitalismo es algo relativamente nuevo en la historia de la humanidad. En la era precapitalista, la única manera de amasar una gran fortuna era saqueando, robando y esclavizando a los demás. El capitalismo permitió hacer fortuna sirviendo a los demás. Los capitalistas tratan de encontrar lo que la gente quiere, procediendo a producirlo y mercadearlo de la manera más eficiente posible.
La gran pregunta es la siguiente. ¿Acaso la gente que con sus acciones, esfuerzo y trabajo crean comodidades sin precedentes, alargan las vidas de los demás y ofrecen mejores distracciones para la gente común y corriente haciendo fortuna en el proceso se merece el desprecio y los insultos de los políticos? ¿Acaso los ricos tienen la obligación de "devolverle algo a los demás", como suelen exigir los políticos? Por ejemplo, ¿qué más nos deben los descubridores de los antibióticos? Ya salvaron muchas vidas y nos hicieron más saludables.
A pesar de los milagros del capitalismo, no es nada popular en las encuestas. Una de las razones es que el capitalismo siempre es evaluado en comparación a las nunca alcanzadas utopías del socialismo y del comunismo. Cualquier sistema queda pálido frente alguna utopía que existe sólo en la imaginación. Pero, para la gente común y corriente, el capitalismo, con todos sus defectos, es muy superior a cualquier otro sistema en satisfacer nuestras necesidades y deseos de todos los días.
Artículo de la Agencia Interamericana de Prensa Económica (AIPE)
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