El auge de la abundancia de lentes de contacto

Gale L. Pooley dice que los trabajadores no cualificados pueden obtener 15,9 juegos de lentes de contacto por el precio de un juego en 1971. 

Por Gale L. Pooley

Resumen: Desde la introducción de las primeras lentes de contacto blandas comerciales en Estados Unidos, los avances significativos las han hecho más accesibles y asequibles. Este progreso en abundancia, impulsado por la innovación continua, subraya la importancia de fomentar un entorno propicio a los avances científicos y empresariales para la prosperidad de la sociedad.

En 1971, Bausch & Lomb fabricó las primeras lentes de contacto blandas comerciales en Estados Unidos. Una revisión oftalmológica costaba unos 550 dólares y un par de lentes de contacto 65 dólares, lo que suponía un coste total de unos 615 dólares. Los trabajadores no cualificados de la época ganaban unos 2 dólares la hora. Esto significa que el precio en tiempo era de unas 307,5 horas.

Hoy en día, un examen oftalmológico cuesta unos 120 dólares, y las lentes de contacto cuestan a partir de 200 dólares por un par para 12 meses, lo que supone un costo de 320 dólares. Los trabajadores no cualificados ganan ahora unos 16,51 dólares la hora, lo que indica un precio en tiempo de 19,4 horas.

Los trabajadores no cualificados pueden obtener 15,9 juegos de lentes de contacto por el precio de un juego en 1971. La abundancia ha crecido a una tasa anual compuesta del 5,35%, duplicándose cada 13,3 años.

En la actualidad, se calcula que 45 millones de estadounidenses utilizan lentes de contacto, de los cuales 30 millones son mujeres. Imaginemos que los fabricantes de gafas hubieran recurrido a la regulación y la coacción gubernamentales para impedir la innovación de los lentes de contacto.

Cuanto más hacemos de algo, más aprendemos. Cuanto más aprendemos, más baja el precio. Cuanto menor sea el precio, mayor será nuestro nivel de vida. Esta verdad fue descrita por Adam Smith en 1776 en La riqueza de las naciones.

¿Y qué es la riqueza? Como señala George Gilder: "La riqueza es conocimiento y el crecimiento es aprendizaje". La nación que mejor sepa cultivar nuevos conocimientos disfrutará de la mayor riqueza. La inteligencia artificial ofrece la esperanza de que este proceso de aprendizaje pueda mejorarse drásticamente.

Podemos dar las gracias a las continuas innovaciones de científicos y empresarios en el desarrollo de nuevos diseños de lentes de contacto y técnicas de fabricación. La ventaja comparativa de Estados Unidos ha sido su liderazgo visionario a la hora de animar a todos a descubrir y crear nuevos conocimientos valiosos que puedan compartirse en mercados libres. No podemos permitir que el miedo nos ciegue ante estas verdades e impida un futuro de innovación y mayor prosperidad.

Este artículo fue publicado originalmente en HumanProgress.org (Estados Unidos) el 25 de abril de 2024.