El argumento moral a favor del libre comercio

Scott Lincicome y Alfredo Carrillo Obregón indican que el libre comercio es moral porque ha generado beneficios incalculables para las personas más pobres del mundo.

Por Scott Lincicome y Alfredo Carrillo Obregón

Como Adam Smith escribió, “El hombre es un animal que negocia”. Hemos construido comunidades, culturas y sociedades alrededor del comercio. Cuando las personas pueden perseguir su beneficio propio libremente mediante el comercio, la sociedad en general se beneficia.

La moralidad del comercio no se detiene en el borde del agua: el comercio y el liderazgo estadounidense al reducir las barreras comerciales, han producido beneficios incalculables para las personas más pobres del mundo. “El comercio claramente ha generado ganancias en general para los hogares y es crítico para la reducción de la pobreza, pero el mercado laboral y las ganancias de consumo se han concentrado en algunas regiones y grupos” (énfasis nuestro). 

Los beneficios económicos claros —y los prospectos de todavía más— han llevado a muchos países en vías de desarrollo a reducir sus barreras comerciales de manera unilateral: “Conforme los países se han apartado de las políticas de sustitución de importaciones y hacia la promoción de las exportaciones, estos han descubierto que se vuelven más competitivos cuando se pueden unir a las cadenas globales de suministro mediante la reducción en los costos de los insumos importados…Dadas las preferencias de los operadores de las cadenas globales de suministro, una mayor competencia para atraer a inversores extranjeros ha promovido la liberalización”.

Además, el proteccionismo es inmoral porque eleva el bienestar de las entidades protegidas no solo por encima del bienestar de las demás sino directamente a su costa —solamente porque los beneficiarios son políticamente más importantes que las víctimas. Los aranceles sobre el acero son un buen ejemplo.

Este es un extracto del estudio “The (Updated) Case for Free Trade” publicado el 19 de mayo de 2022 por el Instituto Cato.