EE.UU. y Cuba: Ambos equivocados, según estudio

Las políticas de Castro tienen la culpa de la mala economía, mientras el embargo no h

Las políticas de Castro tienen la culpa de la mala economía, mientras el embargo no ha tenido éxito en transformar el régimen.

WASHINGTON-Los retratos que pintan las autoridades cubanas y estadounidenses en torno a los efectos del embargo de 39 años son engañosos, según revela un nuevo estudio del Cato Institute.

"Report from La Habana: Time for a Reality Check on U.S. Policy toward Cuba" es el producto de viajes recientes a Cuba por Jonathan G. Clarke, investigador de Cato y William Ratliff, investigador superior de la Hoover Institution de Stanford University. Basados en sus entrevistas con oficiales, disidentes y ciudadanos cubanos, Clarke y Ratliff argumentan que el embargo no es responsable por la pobreza en Cuba-como dice La Habana-y que tampoco ha servido para alcanzar el objetivo de Washington de aislar al régimen cubano.

"Los Estados Unidos y Cuba han sido esencialmente cómplices en presentar los efectos del embargo como más significantes de lo que realmente son", dicen los autores. "La economía cubana no está floreciendo pero ya tampoco está retrocediendo."

Con la cooperación entusiasta de muchos de los aliados más cercanos de EE.UU. (incluyendo a Canadá, la Unión Europea e Israel), Cuba ha encontrado maneras de trabajar a pesar del embargo y de soportar la caída de su patrocinador soviético y otras tormentas recientes como el alza en los precios mundiales de la energía, según afirman los autores.

Además de los inversionistas extranjeros, los cubano-americanos (quienes apoyan el embargo más que cualquier otro grupo), son quienes violan el embargo con más frecuencia y de manera más significativa, pues "al enviar remesas a la isla violan el espíritu del embargo así como algunas de sus restricciones legales".

Los autores también explican que mientras la administración de Bush apoya un proyecto e ley del Senado que provee US $100 millones a activistas políticos y de derechos humanos en Cuba, los disidentes se oponen a tal medida pues comprometería su legitimidad e independencia.

Para mejorar las condiciones de los derechos humanos en Cuba y revelar al régimen castrista como la fuente principal de los problemas económicos de la isla, Clarke y Ratliff recomiendan que "se levante el embargo a la inversión y al comercio, restaurando el derecho de los americanos a viajar a Cuba, y rechazando toda ayuda oficial, propuesta o vigente, a grupos dentro de Cuba".

Policy Análisis no. 418 (http://www.cato.org/pubs/pas/pa-418es.html)

Para más información:

Jonathan Clarke, Investigador en estudios de Política Extranjera, (202) 244-3407
Ian Vásquez, Director del Projecto sobre la Libertad Económica Global, (202) 789-5241
Paul Benjamín, Gerente de Relaciones con la Prensa, (202) 789-5263

El  Cato Institute es un centro de investigación de políticas públicas no partidista dedicado a ampliar el debate político de manera consistente con los principios liberales de libertad individual, gobierno limitado, mercados libres y paz.