EE.UU. no debe atacar a Irak

Una invasión muy probablemente enardecería aún más a los extremistas islámicos y

Una invasión muy probablemente enardecería aún más a los extremistas islámicos y
conllevaría a represalias por parte de terroristas.

WASHINGTON—Aunque la administración Bush se prepara para una posible acción militar contra Irak, existen estrategias menos onerosas para tratar con el presidente iraquí Saddam Hussein que lograrían mejores resultados, serían menos riesgosas en términos de bajas, y que disminuirían la amenaza de represalias por parte de terroristas, de acuerdo a un nuevo estudio del Cato Institute.

En "Por que Estados Unidos No Debería Atacar a Irak", Ivan Eland, director de Estudios de Políticas de Defensa de Cato, y Bernard Gourley, analista independiente de política exterior, sostienen que ya que la principal preocupación de Hussein es mantener su poder político, éste puede ser disuadido de utilizar su suministro de armas de destrucción masiva ya que usarlas podría dar paso a una represalia masiva de Estados Unidos con su incomparable arsenal nuclear.

"Hussein debe saber que si utiliza sus armas de destrucción masiva contra Estados Unidos", o sus aliados, "o si colabora con otros en ese objetivo, él y su régimen serán destruidos tal y como le sucedió al Talibán", afirman Eland y Gourley.

Si Estados Unidos ataca a Irak, las consecuencias podrían ser desastrosas. Eland y Gourley sostienen que un ataque ayudaría a al-Qaeda y enardecería aún más a los islamistas radicales. Ambos autores piensan que Hussein posee armas de destrucción masiva, pero que la disuasión es la mejor opción. Sin embargo, agregan que si Hussein se siente inminentemente amenazado, no tendría nada que perder al usar dicho arsenal.

"En lugar de ser parte de la guerra contra la red terrorista que se mantiene activa y que continúa atacando a Estados Unidos, una invasión no provocada a Irak le restaría méritos a ésta y causaría más represalias terroristas contra objetivos estadounidenses", manifiestan Eland y Gourley. "En lugar de lanzar una ofensiva contra Irak, la administración Bush necesita dedicar todos sus recursos y esfuerzos en combatir al 'enemigo al acecho'-al-Qaeda."

Los argumentos de Eland y Gourley son corroborados por la experiencia previa con Hussein durante la Guerra del Golfo. Aunque enfrentó una derrota militar inevitable, Hussein no quiso arriesgar su supervivencia política y se abstuvo de usar armas de destrucción masiva contra Estados Unidos y las fuerzas aliadas "ya que él sabía que usar armas químicas contra Estados Unidos sería desastroso." Ahora que Estados Unidos está amenazando su supervivencia con una invasión, Hussein no tiene nada que perder si utiliza dicho arsenal.


El Policy Analysis No. 464, "Why the United States Should Not Attack Iraq"" se encuentra disponible en (http://www.cato.org/pubs/pas/tpa-464es.html)


Contactos:

Ivan Eland, Director de Estudios de Política de Defensa, 202-218-4630, ieland@cato.org.

Evans Pierre, Director de Difusión, 202-789-5204, epierre@cato.org.

El Cato Institute es un centro de investigación de políticas públicas no partidista dedicado a ampliar el debate político de manera consistente con los principios de libertad individual, gobierno limitado, mercados libres y paz.