EE.UU. debería alentar a los rusos a desertar

David J. Bier reconoce que EE.UU. está tomando medidas importantes para ayudar a los refugiados ucranianos, pero que también podría hacer mucho para asistir a los miles de rusos que intentan huir del gobierno de Vladimir Putin.

Por David J. Bier

La invasión de Rusia a Ucrania ha creado una crisis masiva de refugiados. Según los informes, la administración Biden está considerando permitir que algunos refugiados ucranianos se restablezcan en EE.UU. y ha permitido que los que ya están en EE.UU. extiendan sus estadías. Esto es un gran comienzo. Pero la administración no debería ignorar a las decenas de miles de rusos que intentan huir del gobierno de Vladimir Putin. Permitir que los rusos se restablezcan aquí debilitaría el gobierno de Putin, reduciría sus recursos económicos y lo privaría de la mano de obra necesaria para hacer la guerra. 

Miles de rusos ya están tratando de salir de Rusia, pero EE.UU. y otros países no han hecho nada para alentar este comportamiento. Deberían empezar ahora. La administración Biden debería señalar que los disidentes y desertores rusos son bienvenidos en nuestro país y que hay un hogar mejor para ellos en la “tierra de los libres” que en la Rusia de Putin. Habría una serie de beneficios y es inminentemente factible. 

“Entendí que la mejor manera de actuar contra el régimen de Putin sería mi emigración de Rusia”, dijo un emigrante ruso a la BBC. Otro agregó: “la única forma en que podemos protestar es salir del país, llevar nuestras habilidades y dinero con nosotros. Casi todos en nuestro círculo han tomado una decisión similar”. Sin embargo, la mayoría de los países europeos y EE.UU. han prohibido los vuelos directos desde Rusia, por lo que casi todos los que huyen deben irse por tierra a los países vecinos. Muchos más se irían si EE.UU. les permitiera venir aquí. 

Los instintos de estos rusos –de que la emigración dañará a Putin– son correctos. EE.UU. debería querer que este fenómeno aumente. Debería apuntar particularmente a los oficiales militares y soldados rusos para lograr que abandonen la lucha al ofrecerles un acceso simplificado al estatus de refugiado o libertad condicional humanitaria en EE.UU.

EE.UU. podría dar a conocer casos de deserciones y actuar rápidamente para traerlos aquí, aprovechando el hecho de que muchos soldados rusos, especialmente los que fueron reclutados vía conscripción, no tienen devoción por la cruzada de Putin. La reubicación en un EE.UU. próspero y pacífico puede ser mucho más atractivo para un soldado ruso que luchar en una guerra de conquista sin sentido. Sembrar el caos y la desconfianza entre las fuerzas rusas podría ayudar con la defensa de Ucrania al alentar a los soldados y oficiales invasores, cuya moral ya está bastante baja, a desertar. Si los rusos cruzan las líneas de batalla, también pueden proporcionar inteligencia útil a las fuerzas ucranianas. Por ejemplo, podrían brindar acceso a planes de batalla y otros detalles logísticos o incluso proporcionar nombres y ubicaciones de otros rusos que están igualmente insatisfechos con la guerra pero que no han encontrado una salida. 

Hay un precedente histórico para esto. EE.UU. usó la migración durante la Guerra Fría en su confrontación con la Unión Soviética. Burton Gerber, un ex-oficial de inteligencia estadounidense de alto rango, explicó cómo los refugiados soviéticos a menudo se usaban para reclutar más desertores y espías. “A veces les pedíamos los nombres y números de amigos y colegas miembros de la familia”, dijo. “Luego usábamos al refugiado para … [enviar] un mensaje seguro al objetivo para que venga aquí y sea entrevistado y luego posiblemente reclutado”. 

Si bien algunos pueden preocuparse de que Rusia pueda usar un programa de reasentamiento para enviar sus propios espías a EE.UU., los analistas de la Guerra Fría entendieron que las ventajas de los reasentamientos de refugiados superan los riesgos muy pequeños. Alguien reasentado en EE.UU. que tiene un trabajo en el sector privado en, digamos, en una plataforma petrolera de Dakota del Norte tiene muy poco que ofrecer al régimen ruso incluso si quisieran ayudar, lo cual, si desertaron es casi seguro que no lo desean. Incluso si cruzan las líneas enemigas para proporcionar planes de batalla o detalles sobre otros posibles desertores, la oportunidad de obtener inteligencia útil para Rusia seguirá siendo mínima. 

Si los desertores rusos y los refugiados ucranianos vienen a EE.UU., no deberíamos esperar una continuación del conflicto entre ellos aquí, incluso dejando de lado su supuesta oposición común o al menos ambivalencia hacia Putin. Los grupos en EE.UU. con vínculos con conflictos históricos en el extranjero – musulmanes sunitas y chiitas, paquistaníes e indios, israelíes y palestinos, etíopes y eritreos, chinos y taiwaneses, y muchos otros– tienden a dejar sus luchas en el extranjero. La vida pacífica en EE.UU. es mejor que la guerra. 

Demostrar que la coexistencia pacífica de rusos, ucranianos y estadounidenses es posible puede incluso hacer que Putin titubee más acerca de una escalada nuclear contra EE.UU. Si los rusos saben que otros rusos –sus familiares y amigos– están construyendo su hogar aquí, pueden encontrar la perspectiva de aniquilarlos demasiado repulsiva para que Putin incluso la sugiera sin posibles consecuencias. 

Pero esta estrategia solo funcionará si los rusos pueden encontrar seguridad lejos de Putin rápidamente. Afortunadamente, hay un camino para eso. La administración Biden tendrá que acelerar el proceso para los rusos como lo hizo con los afganos que huían de los talibanes durante su evacuación inicial. Como entonces, debería involucrar el Departamento de Defensa de EE.UU. para acelerar la investigación. El Departamento de Defensa tiene presencia en Polonia y en otros lugares de Europa para actuar como lugares de preparación para el procesamiento. 

La administración también debe confiar en la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) como la principal agencia de inmigración, como lo hizo durante la evacuación afgana inicial. Desde entonces, el procesamiento de afganos se detuvo después de que el procesamiento cambió al ineficiente Servicio de Ciudadanía e Inmigración de EE.UU., que es tan anticuado que todavía depende de solicitudes en papel. CBP puede proporcionar autorización de viaje y procesar electrónicamente en mucho menos tiempo.

La administración también debería renunciar a sus requisitos de vacunación contra el COVID-19 para los desertores rusos. Solo alrededor de la mitad de los rusos han recibido la vacuna. No hay tiempo para vacunarse por completo durante esta crisis, pero la administración aún puede exigirles que cumplan con las reglas después de la llegada. La administración ya ha tomado exactamente estos pasos para algunos titulares de visas de Ucrania, pero solo si viajan con un ciudadano estadounidense o un residente permanente legal

EE.UU. no tiene la responsabilidad de ganar la guerra por Ucrania, pero sí tiene la responsabilidad de no empeorar la crisis. Si bien EE.UU. no puede apagar todos los incendios del mundo, incluida la situación en Ucrania, puede y debe mantener abiertas las salidas de emergencia. Además de aceptar a los ucranianos que huyen del peligro, debería dar a los rusos una alternativa a apoyar a Putin.

Este artículo fue publicado originalmente en Politico (EE.UU.) el 18 de marzo de 2022.