Educación: La libertad de elegir de los padres

por Tom G. Palmer

Tom G. Palmer es académico del Cato Institute y director de Cato University.

¿Deben los padres poder escoger el tipo de educación que sus hijos reciben? Varios columnistas dicen que sí, pero sólo si la alternativa es una de dos: el adoctrinamiento en una isla de prisioneros como es Cuba o una escuela en Estados Unidos. Pero esos mismos columnistas y comentaristas piensan que la libertad de elección de los padres no debe incluir su libre decisión para escoger cuál es el mejor colegio para sus hijos en este país.

Por Tom G. Palmer

¿Deben los padres poder escoger el tipo de educación que sus hijos reciben? Varios columnistas dicen que sí, pero sólo si la alternativa es una de dos: el adoctrinamiento en una isla de prisioneros como es Cuba o una escuela en Estados Unidos. Pero esos mismos columnistas y comentaristas piensan que la libertad de elección de los padres no debe incluir su libre decisión para escoger cuál es el mejor colegio para sus hijos en este país.

Columnistas como Mary McGrory y Richard Cohen, el Consejo Nacional de Iglesias (CNI) y otros insisten en dejar que el padre de Elián González decida dónde va a vivir su hijo. Afirman que es el derecho de los padres tomar ese tipo de decisiones. Pero, curiosamente, esta misma gente es la que se opone vigorosamente a que los padres escojan, a través de "vouchers" o bonos, entre diferentes opciones para la educación de sus hijos.

El CNI declaró el 4 de enero que había enviado a una misión a Cuba "para encontrar la forma de devolver a Elián González a su padre y a su familia en Cuba". Joan Brown Campbell, en representación del CNI, citó al padre de Elián diciendo: "yo debería ser el encargado de la educación de mi hijo, a cuál escuela va y qué tipo de educación él recibe". Ese sería, indudablemente, un buen argumento si fuera verdad que en Cuba el padre estaría encargado de la educación de su hijo, en vez de sufrir todos los niños cubanos del adoctrinamiento dogmática del comunismo.

En mayo del año pasado, el CNI hizo un llamado público a oponerse a la "canción de sirenas de los 'vouchers' educacionales" y exigió mayor control del gobierno sobre las llamadas escuelas "charter" que son financiadas con los impuestos, pero operan con cierta independencia de la burocracia educacional. Pareciera que el CNI defiende firmemente el derecho de los padres a encargarse de la educación de sus hijos, a menos que esos niños vivan en Estados Unidos.

El 4 de enero, Richard Cohen escribió en el Washington Post, diciendo que es evidente que quien debe hablar en nombre del niño es el padre de Elián en Cuba. Pero ocho meses antes, Cohen se burlaba de la libertad de elegir de los padres, respecto a la educación de sus hijos: "la decisión de los padres conlleva una promesa de reforma, pero también es una amenaza de debacle. Aún el tan cacareado mercado no funciona para todos, especialmente para aquellos consumidores que no se pueden dar el lujo de consumir". Cohen critica al mercado, pero asume que las escuelas del gobierno sí funcionan para todos.

Otra columnista del Washington Post, Mary McGrory, insiste en devolver a Elián a Cuba, concluyendo que debe prevalecer el sagrado derecho del padre. Pero ella misma, en 1994 alababa al secretario de Educación Richard Riley por oponerse a la libertad de los padres de elegir el colegio de sus hijos: "Yo apoyo cualquier cosa diseñada para mejorar las escuelas públicas. Los "vouchers" no han sido diseñados para mejorarlas, sino para eliminarlas. Las escuelas públicas son absolutamente una parte decisiva de nuestra democracia". Aparentemente, la libertad de elegir de los padres es sagrada, pero se limita a cuando los niños están bajo el control de un estado totalitario.

En el caso del padre de Elián es imposible saber con certeza lo que en realidad cree. Los presos del comunismo no suelen decir abiertamente lo que piensan. Y tenemos que tomar en cuenta que devolver a Elián a Cuba sería un viaje sin retorno, por lo cual significaría una grave injusticia.

Pero respecto a quienes insisten que en el caso de Elián la decisión debe ser del padre, mientras que en este país se oponen agresivamente a que los padres tengan la libertad de elegir la mejor educación para sus hijos, de ellos lo mejor que podemos decir es que son unos hipócritas.

Artículo de la Agencia Interamericana de Prensa Económica (AIPE)
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