Ecuador: Gasto público y prosperidad

Gabriela Calderón explica que reducir los aranceles a las importaciones, flexibilizar el mercado laboral y bajar la carga tributaria sería un plan de reactivación mucho menos costoso y mucho más efectivo que simplemente gastar $2.555 millones.

Por Gabriela Calderón de Burgos

Guayaquil, Ecuador— El gobierno ha anunciado que utilizará $2.555 millones para reactivar la economía1 y reducir el desempleo (9,1%)2. Tanto los políticos como muchos empresarios parecen estar de acuerdo que una inyección de gasto público tendrá un “efecto multiplicador”: los constructores contratarán a más obreros, los obreros que serán contratados consumirán más y así sucesivamente.

Esto viene de la teoría keynesiana de que por cada dólar extra en gasto público resultará más de un dólar extra en actividad económica. ¿Hay evidencia que respalde esta teoría? El economista de Harvard, Robert Barro, considera que la evidencia empírica disponible no respalda la idea keynesiana del efecto multiplicador y que los programas de estímulo probablemente aumentarán el PIB por una cantidad que no superará el aumento en el gasto público3.

Y es que el problema con la teoría de Keynes es que ignora un pequeño detalle: el gobierno no puede inyectar dinero a la economía sin quitárselo. Hay tres fuentes para financiar los aumentos en el gasto público: emisión de moneda, impuestos o deuda4 y, en el caso de Ecuador, hay una cuarta fuente, gastar el dinero de las empresas estatales. La primera opción suele derivar en alta inflación y como han mostrado varios economistas eminentes, también en alto desempleo5.

La segunda opción, aumentar impuestos, implica retirar recursos del sector privado que las empresas hubiesen podido gastar en productos y trabajadores y colocarlo en el sector público. Aquí cabe la pregunta, ¿por qué asumimos que el sector público utilizará de manera más eficiente los recursos?

La tercera opción, endeudarse, significa que todo lo que se gasta hoy se financia con los impuestos que se cobrarán el día de mañana—después de las próximas elecciones. La cuarta opción resulta en que las empresas estatales sigan siendo una especie de caja chica para el gobierno central, perjudicando la viabilidad de estas.

Nuestro gobierno ha optado por una mezcla de estas fuentes. Repatriar fondos implica aumentar la masa monetaria (opción 1), aumentar el gasto público significa que tarde o temprano habrá un paquetazo (opción 2) y que eventualmente crecerá la deuda (opción 3).

Aumentar el gasto público probablemente solo redistribuirá la riqueza existente, no la aumentará. Hay otras maneras en que el gobierno puede reactivar la economía. Muchos economistas respetados coinciden en que la Gran Depresión de los 1930s nos enseñó que el proteccionismo comercial, la inflexibilidad laboral y el aumento de los impuestos todos fueron factores que contribuyeron a agravar y alargar el estancamiento económico6.

Por lo tanto, nuestro gobierno podría ayudar mucho haciendo totalmente lo contrario: reducir unilateralmente los aranceles, flexibilizar el mercado laboral (por ejemplo, permitiendo la contratación por horas y no subiendo más el salario mínimo), simplificar el pago de impuestos y bajar las tasas tributarias. Eso ayudaría mucho más que un costoso plan de reactivación.

Este artículo fue publicado originalmente en El Universo (Ecuador) el 28 de octubre de 2009.

Referencias:

1. “Inversión para la reactivación”. Gobierno Nacional de la República del Ecuador. Disponible en: http://ww1.elcomercio.com/nv_images/fotos/2009/10/211009inversionparalareactivacion.pdf.

2. “Reservas del gobierno sostendrán empleo solo un año”. Diario Hoy. 22 de octubre de 2009. Disponible en: http://www.hoy.com.ec/noticias-ecuador/la-inyeccion-de-capital-solo-durara-un-ano-374202.html.

3. Barro, Robert; Redlick, Charles. “”Stimulous Spending Doesn’t Work”. The Wall Street Journal. 1 de Octubre de 2009. Disponible en: http://online.wsj.com/article/SB10001424052748704471504574440723298786310.html.

4. De Rugy, Veronique. “The Myth of The Multiplier”. Reason Magazine. Noviembre de 2009. Disponible en: http://reason.com/archives/2009/10/19/the-myth-of-the-multiplier.

5. Friedman, Milton. “Inflation and Unemployment”. Discurso de aceptación de Premio nóbel. 1976. Disponible en: http://nobelprize.org/nobel_prizes/economics/laureates/1976/friedman-lecture.pdf y Arthur Laffer, “Taxes, Depression and Our Current Troubles”. The Wall Street Journal. 22 de septiembre de 2009. Disponible en: http://online.wsj.com/article/SB10001424052970203440104574402822202944230.html.

6. Laffer, Arthur. “Taxes, Depression and Our Current Troubles”. The Wall Street Journal. 22 de septiembre de 2009. Disponible en: http://online.wsj.com/article/SB10001424052970203440104574402822202944230.html y Niskanen, William. “Còmo convertir una recesión en una depresión”. Cato Institute. 4 de junio de 2009. Disponible en: http://www.elcato.org/node/4372.