¿Ecuador es "neoliberal"?
Más de un candidato viene repitiendo que durante los últimos veinte años nuestro país ha vivido bajo un sistema neoliberal; que esa es la causa de nuestros males; y que de llegar al poder lo eliminará.
Pero, ¿tiene el Ecuador realmente un sistema neoliberal? Para comenzar, el propio término “neoliberalismo” no está exento de cierta confusión.
Intentar una definición sería un imposible, pues, cada uno parece tener la suya. Sin embargo, en general se reconoce que este término se aplica allí donde confluyen dos grupos de instituciones: las de una economía capitalista, incluyendo una marcada apertura internacional, y las de una democracia constitucional.
Veamos al Ecuador. Acá la presencia del Estado en la economía es enorme, llega nada menos que al 36,6% del Producto Interno Bruto. Las empresas privadas ecuatorianas están asediadas por un enorme número de impuestos (en Hong Kong hay solo 4). Ellos extraen el 34,5% de sus ingresos, y si sumamos el 15% de utilidades a los trabajadores, se llega al 50% (!). Los empresarios ecuatorianos requieren 600 horas al año para cumplir una obligación tributaria promedio, los de una economía neoliberal apenas 80. En Ecuador los sectores de telecomunicaciones, hidrocarburos y electricidad están estatizados. Y en los poquísimos casos de delegación de servicios públicos, las empresas delegatarias son tratadas como delincuentes, no como colaboradoras en la prestación de un servicio.
El eje de un sistema liberal es la independencia de la justicia y el respeto al estado de derecho. Con honrosas excepciones, nuestros magistrados están al servicio de mafias políticas, la seguridad jurídica parece una broma y el estado de derecho casi no existe. Las naciones liberales ponen enorme énfasis en la educación pública. Acá es propiedad de un partido izquierdista. Los monopolios, públicos y privados, pululan en nuestra economía, y la ineficiencia laboral es legitimada mientras que la seguridad social es feudo de sindicalistas.
Las naciones liberales son altamente descentralizadas, entre nosotros solo hablar de autonomías parece un pecado. En un sistema liberal los derechos del ciudadano son inherentes a él o ella. Acá son concedidos graciosamente por el Estado, creando de esta forma una cultura rentista. No tenemos un sistema de rendición de cuentas, ni legislación antimonopolios, puntales de las economías liberales. Los aranceles son innumerables y van del 5% hasta el 40%, dependiendo del producto. (Chile tiene solo uno, flat, y es del 6%).
Por sus regulaciones, iniciar un negocio en Ecuador bien puede tardar 60 días, versus 5 en naciones liberales. Según el Instituto Fraser, en términos de “libertad económica” el Ecuador ocupa el puesto 107, entre 157 naciones; índice que revela, además, que en los países de mayor libertad económica el ingreso per cápita es siete veces más alto que el Ecuador.
Existe un consenso acentuado en aceptar que Chile ha sido el único país latinoamericano que se ha acercado al paradigma neoliberal.
Es decir que, según algunos de nuestros candidatos a la presidencia, en las últimas dos décadas hemos vivido como en Chile. ¿Sabía usted eso?
Este artículo fue publicado originalmente en El Universo (Ecuador) el 26 de septiembre de 2006.