Economía en una lección: Salario mínimo federal
Ryan Bourne dice que el debate acerca del salario mínimo está lleno de ejemplos de consecuencias de segundo orden que suelen ser ignoradas.
Por Ryan Bourne
”El arte de la economía consiste en mirar no solamente los efectos inmediatos sino a largo plazo de cualquier acto o política; consiste en rastrear las consecuencias de esa política no meramente para un grupo sino para todos los grupos.
Esta es la principal lección del clásico libro de Henry Hazlitt Economía en una lección. Hace un par de semanas, hemos visto un ejemplo claro de cómo quienes diseñan las políticas públicas no logran apreciar esa lección cuando abogan por un incremento del salario mínimo a $15”.
El Senador Bernie Sanders (Representante Independiente de Vermont) está liderando la embestida legislativa para lograr el salario mínimo federal de $15. Pero en lugar de simplemente respaldarlo sobre la base de que elevar el salario de ciertos trabajadores, anteriormente ha dicho que el piso de los salarios mejoraría las finanzas federales también. Al elevar el nivel del salario, dijo, el gobierno federal necesitaría pagar menos en cupones de alimentos, vivienda pública, y otros programas evaluados por los medios de los beneficiarios. Junto a los aumentados ingresos tributarios derivados de los ingresos laborales más altos, sus partidarios han dicho que el salario mínimo mejoraría las finanzas federales.
Por sí solos, los impactos sobre ciertos gastos en prestaciones sociales evaluadas según los medios de los beneficiarios son ciertos. Pero el reporte de la Oficina del Presupuesto del Congreso estimó que la Ley para Elevar el Salario que Sanders promueve de hecho aumentaría la deuda en $54.000 millones durante la década 2021-2031. ¿Por qué? Bueno, porque hay múltiples otros canales a través de los cables un salario mínimo federal impactará las finanzas públicas de manera adversa, cosa que el análisis inicial y parcial de Sanders ignoró.
Alzas así de agresivas del salario mínimo aumentarán los niveles de desempleo, por ejemplo, trayendo consigo más gasto en prestaciones sociales para aquellos afectados. Al elevar el nivel del salario de ciertos trabajadores de cuidados médicos y otro personal de respaldo en ambientes médicos, los salarios mínimos más altos elevarán el costo de los programas estatales de salud como Medicare y Medicaid. Al hacer que más familias sean puedan acceder a subsidios de salud disponibles en el mercado, el alza del salario mínimo aumentará el gasto en los créditos tributarios importantes. Los impactos sobre los salarios promedio y la inflación medida aumentará los beneficios promedio de la seguridad social, aumentando nuevamente el gasto federal. Todos estos compensan los efectos que Sanders menciona, dejando un empeoramiento modesto del déficit.
El debate del salario mínimo está lleno de ejemplos de este tipo de consecuencias de segundo orden que suelen ser ignoradas.
El autor de Cato Jeff Clemens, por ejemplo, tiene un excelente estudio nuevo en el Journal of Economic Perspectives que resalta cómo enmarcar el debate acerca del salario mínimo como “aumentos de salario mínimo vs. pérdida de empleos” es un error. Hacerlo ignora una serie de otras maneras en que los empleadores de los trabajadores de salarios bajos podrían ajustarse a las alzas de salarios de formas que no hacen que los trabajadores estén incuestionablemente mejor como un grupo, incluso si muchos mantienen sus trabajos.
Esto podría venir en la forma de un traslado del costo hacia los clientes en los productos y servicios consumidos por hogares de bajos ingresos, reducciones en los beneficios para los trabajadores, cambios en sus condiciones de trabajo para exprimirlos más, o menos acceso a las empresas en el sector afectado, por ejemplo. En pocas palabras, debemos estar atentos a la advertencia de Hazzlit acerca de las narrativas simplistas acerca de las alzas del salario mínimo. Es importante prestar atención a todos los efectos que dicha política acarrearía.
Para más opinión y análisis acerca del salario mínimo en Cato, ver aquí y acá.
Mi propio próximo libro, Economics In One Virus, tiene un título inspirado en el libro clásico de Hazlitt.
Este artículo fue publicado originalmente en Cato At Liberty (EE.UU.) el 9 de febrero de 2021.