Costa Rica: Cinco razones para decirle SI al TLC

Por Otto Guevara Guth y Juan Carlos Hidalgo

Juan Carlos Hidalgo es Analista de Políticas Públicas para América Latina del Cato Institute.

Hay cinco razones primordiales por las cuales los costarricenses debemos ir a las urnas el próximo 7 de octubre a decirle SI al TLC:

1. Consolida la apertura comercial en Costa Rica

A inicios de los ochenta, nuestro país decidió cambiar el modelo de desarrollo de sustitución de importaciones, por uno basado en la apertura comercial.

Para ello nos propusimos atraer inversión extranjera, promover exportaciones de productos no tradicionales, reducir sustancialmente los impuestos de importación y suscribir tratados de libre comercio con otras naciones para tener reglas de comercio claras (ya tenemos con Canadá, México, Chile y 15 países del Caribe).

Esa apertura comercial ha creado miles de puestos de trabajo directos relacionados con la exportación de más de 3600 productos diferentes, y cientos de miles de empleos indirectos en el resto de la economía. También ha mejorado la calidad de vida de los consumidores a través de productos más variados, más baratos y de mejor calidad.

El TLC con Centroamérica, República Dominicana y los Estados Unidos consolida la apertura comercial y nos permitirá aumentar el bienestar de todos los costarricenses.

2. Tendremos reglas claras y permanentes para comerciar con Estados Unidos

Estados Unidos es el principal socio comercial de Costa Rica. Un 40% de nuestras exportaciones y la gran mayoría de la inversión extranjera que llega a nuestro país proviene de esa nación. Sin embargo, actualmente la mitad de los productos que exportamos a Estados Unidos entran libres de impuestos a ese país gracias a una concesión que nos hicieron los norteamericanos en los años ochenta y que podría desaparecer en cualquier momento, llamada Iniciativa de la Cuenca del Caribe. El 80% de las empresas que exportan a Estados Unidos lo hacen a través de ese programa. En el caso de los textiles y los productos del mar, éstos gozan hasta el 30 de septiembre del año entrante del privilegio de no pagar impuestos cuando ingresan a los Estados Unidos. A partir de esa fecha, si no hay una extensión del plazo para ese privilegio, deberán pagar impuestos. Con el TLC, estamos formalizando esta relación de tal forma que no tengamos que depender más de concesiones unilaterales. Lo que antes era un privilegio, será ahora un derecho.

Con el TLC no dependeremos de una decisión unilateral del Gobierno de Estados Unidos. Tendremos un contrato exigible ante organismos internacionales. Esa seguridad en las reglas para comerciar con Estados Unidos nos permitirá atraer más inversión orientada a la exportación a ese gran mercado, lo que significará más puestos de trabajo y oportunidades para los costarricenses.

3. Podremos exportar más productos libres de impuestos a Estados Unidos

Actualmente, el 80% de los productos que exportamos a Estados Unidos no pagan impuestos para entrar a ese mercado. Con el TLC, prácticamente todas las exportaciones costarricenses no pagarían impuestos de manera inmediata, y aquellos sujetos a cuotas, como la leche, el azúcar y la carne, tendrán el beneficio de que ésta fue aumentada con el TLC.

Esto beneficiará a sectores que son sumamente importantes como el textil y el atunero, debido a que brinda miles de empleos en zonas del país que desesperadamente necesitan de fuentes de trabajo.

4. Contaremos con servicios de telecomunicaciones y seguros más eficientes

Con el TLC, Costa Rica se está comprometiendo a permitir la competencia en telefonía celular, Internet y seguros. Esto significa que además del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) y el Instituto Nacional de Seguros de Costa Rica (INS) —que seguirán en manos del Estado— se permitirá la operación de otras empresas en estas áreas que vengan a ofrecer sus servicios a los consumidores costarricenses.

Este proceso será muy similar al que experimentó el país hace como 20 años con la apertura bancaria. Recordemos que durante muchos años los bancos estatales funcionaron en monopolio. No era de extrañar que en ese entonces el servicio en los bancos del Estado fuera muy malo, caracterizado por las largas filas y el tortuguismo, así como los horarios de atención de 9 am a 3 pm. A mediados de los ochenta empezó un proceso para abrir ese monopolio estatal y permitir la competencia con la banca privada. Esto hizo que la misma banca estatal tuviera que mejorar sus servicios para conservar la clientela. El beneficiado de esa competencia ha sido el consumidor.

La apertura en telecomunicaciones y seguros, al igual que la de los bancos hace unos años, traerá servicios más modernos y de mayor beneficio para todos los costarricenses.

5. Lo pobres tendrán acceso a bienes de la canasta básica más baratos

En nuestro país se protege a ciertos productores de la competencia internacional mediante altos impuestos de importación, lo que hace que los productos para los consumidores sean más caros. Esta protección es principalmente para bienes de consumo básico como el arroz, la leche, el pollo y el azúcar, lo que afecta más a los más pobres (un millón de personas), quienes gastan una importante parte de sus escasos ingresos para comprar esos productos. Si estos bienes no fueran tan protegidos, su precio sería más barato, y con esa reducción en el precio las personas podrían contar con dinero extra para otros gastos como una mejor alimentación, salud, vestido, vivienda, y transporte.

Con el TLC, Costa Rica se está comprometiendo a permitir la entrada libre de impuestos de esos productos. Sin embargo, y con tal de darles suficiente tiempo a los productores para ajustarse a la competencia, esa reducción de impuestos no será efectiva hasta un plazo que va de 15 a 20 años.

Como vemos, el TLC nos ofrece una oportunidad única para el bienestar de todos los costarricenses. Este 7 de octubre hay que salir a decirle SÍ al desarrollo, y SÍ a Costa Rica.

Este artículo fue publicado originalmente el La Nación (Costa Rica) el 4 de septiembre de 2007.