Con la victoria de Microsoft, las cortes se lanzan contra la agenda antimonopolio de la FTC

Jennifer Huddleston explica cómo la victoria reciente de Microsoft en las cortes implica un duro golpe a la agenda antimonopolio de la Comisión Federal de Comercio (FTC).

Por Jennifer Huddleston

Para que un jugador salga victorioso al final de un videojuego, normalmente debe derrotar al imponente "jefe final". Parece que la adquisición por Microsoft del gigante de los videojuegos Activision trajo consigo una versión en la vida real de un duelo final con la Comisión Federal de Comercio (FTC).

Las acciones de la FTC para detener la propuesta de fusión Microsoft-Activision corrían ciertamente el riesgo de poner fin a la transacción del mismo modo que una derrota puede acabar con un juego para los jugadores. Tras pasar por muchas impugnaciones y obtener la aprobación de otros reguladores de la competencia de todo el mundo, un juez de California se puso del lado del consumidor estadounidense al rechazar el argumento de la FTC y despejar el camino para cerrar el acuerdo.

Sin embargo, los verdaderos ganadores de la derrota de la FTC son los consumidores.

En su intento de impedir la fusión, la FTC había alegado que el acuerdo perjudicaría a la competencia en el sector de los videojuegos. Este agresivo intento de detener la fusión continuó incluso después de que Microsoft asegurara a los reguladores que el popular Call of Duty de Activision seguiría estando presente en las consolas de la competencia, como la PlayStation de Sony.

La corte consideró que la FTC no cumplía la carga de la prueba necesaria para justificar un requerimiento judicial preliminar que pudiera detener la adquisición, que debía cerrarse antes del 18 de julio. Lejos de ver el comportamiento que los reguladores alegaban que podía perjudicar a los consumidores, la corte reconoció que Microsoft "incluso tomó medidas para ampliar Call of Duty a plataformas ajenas a Microsoft".

Esta decisión se hace eco de los reguladores extranjeros, incluida la estricta Unión Europea, que ya ha aprobado la adquisición. Incluso la Autoridad de Competencia y Mercados del Reino Unido, que había impugnado previamente la adquisición, ha acordado poner en pausa su caso y negociar con Microsoft para resolver sus dudas sobre el acuerdo.

El mercado de juegos sigue siendo competitivo, con una gran variedad de opciones a su disposición. Muchos factores, incluida la disponibilidad de juegos, intervienen en la decisión de un consumidor sobre su consumo de juegos. Además de las múltiples opciones de consolas, el ecosistema de los juegos también incluye juegos de PC y un mercado de juegos para móviles cada vez más popular. El acuerdo Microsoft-Activision permite a Microsoft adquirir franquicias populares como Call of Duty y Candy Crush, pero seguirá enfrentándose a la importante competencia de Sony y Nintendo.

Aunque este caso puede ser el "jefe final" que este acuerdo necesita derrotar, es sólo la última de una serie de derrotas de las agresivas acciones antimonopolio de la FTC contra las principales empresas tecnológicas de Estados Unidos, acciones que no parecen frenarse.

Basándose en "la posibilidad de que la entrada de Meta influyera en la competencia" en el espacio de fitness de realidad virtual, otra corte, en un intento de bloquear la adquisición por parte de Meta de la empresa de realidad virtual Within Unlimited, rechazó la teoría de comportamiento anticompetitivo de la agencia. En 2021, la FTC intentó sin éxito deshacer las adquisiciones previamente aprobadas de Instagram y WhatsApp por parte de Meta (posteriormente se permitió a la agencia seguir adelante con el caso tras una demanda enmendada).

A pesar de este creciente récord de derrotas en este tipo de casos, como un jugador de videojuegos que encuentra vidas extra y excusas para un mal desempeño, a los partidarios de los casos de la agencia les gusta afirmar que estas pérdidas son en realidad "victorias".

Mientras la FTC pierde en las cortes, algunos miembros del Congreso han estado persiguiendo una legislación que, en los casos antimonopolio, cambiaría las reglas del juego para la agencia de manera que ya no beneficiaría a los consumidores y, en cambio, favorecería a los competidores menos exitosos.

De hecho, la senadora Amy Klobuchar reintrodujo recientemente la Ley para la Innovacion y Elección en Línea de Estados Unidos (American Innovation and Choice Online Act  - AICOA), un proyecto de ley que se centraría en las empresas tecnológicas de éxito sin las normas económicas objetivas que constituyen el núcleo del actual enfoque de bienestar del consumidor. En lugar de ver las leyes antimonopolio como una forma de garantizar que los consumidores se beneficien de la competencia del libre mercado, las teorías de la FTC y las propuestas del Congreso permitirían al gobierno intervenir mucho más, dictar el resultado que creen que es mejor y utilizar el antimonopolio contra empresas o industrias con fines políticos.

Las pérdidas de la FTC han sido las ganancias de los consumidores. La buena noticia es que las cortes parecen seguir comprometidos con el análisis objetivo que constituye el núcleo de la norma de bienestar del consumidor, en lugar de con las teorías más creativas y potencialmente perjudiciales presentadas por la FTC. Aunque puede que este sea el "jefe final" del acuerdo Microsoft-Activision, la norma de bienestar del consumidor todavía tiene muchos más niveles que combatir.

Este artículo fue publicado originalmente en Reason.com (Estados Unidos) el 12 de julio de 2023.