Centros de Progreso, Parte 2: Uruk (la escritura)

Chelsea Follett destaca la importancia de Uruk, una de las primeras grandes ciudades en la historia de la humanidad, lugar donde se desarrolló la escritura alrededor de 3.200 AEC.

Por Chelsea Follett

Hoy presentamos la segunda parte de una serie de artículos publicados por HumanProgress.org denominada Centros de Progreso. ¿Dónde se da el progreso? La historia de la civilización es de muchas maneras la historia de la ciudad. Esta serie proveerá una introducción breve a los centros urbanos que fueron los sitios de grandes avances en la cultura, la economía, la política, la tecnología, etc. La primera parte puede encontrarla aquí.

Nuestro segundo Centro de Progreso es Uruk, la primera gran ciudad del mundo y el lugar de nacimiento de la escritura en alrededor de 3.200 AEC. Al crear el primer sistema de escritura, el pueblo de Uruk revolucionó la capacidad de la humanidad de intercambiar información. 

Antes de la invención de la escritura, la única forma que la gente tenía de comunicarse era hablando entre sí en vivo y en directo. La comunicación a lo largo de grandes distancias y a través de grandes periodos de tiempo estaba limitada por la falibilidad de la memoria humana. Era posible enviar a un mensajero a una ciudad lejana, pero siempre había el riesgo de que el mensajero no recitaría el mensaje de manera precisa. Las personas eran capaces de dejar conocimiento e historias mediante tradiciones orales desde una generación hacia la siguiente, pero los detalles solían cambiar a través del tiempo.

Hoy, Uruk es un sitio arqueológico sin habitantes, conservado en el desierto del sur de Iraq. Es parte de un sitio de Patrimonio Mundial de la UNESCO, honrando “el sobreviviente panorama de las ciudades de Mesopotamia”. Todavía se puede ver los restos de los muros y entradas de la ciudad, descifrar la forma de las calles y la organización de las casas en base a sus fundamentos, y ver las escaleras rotas de los montículos de los templos.

Hoy Uruk es callada y fantasmal. Pero si fuese a visitar Uruk a fines del cuarto milenio AEC, hubiese ingresado en un centro de arte y comercio poblado por alrededor de 10.000 habitantes. Eso aumentaría hasta llegar a 30.000-50.000 personas para principios del tercer milenio AEC. 

Para ponerlo en perspectiva, la población de Uruk en el cuarto milenio AEC era casi la misma que la población actual del pequeño pueblo de Brattleboro, Vermont. Pero Uruk se encontraba entre los primeros asentamientos que logró una población de ese tamaño y es considerada por muchos como la primera gran ciudad del mundo. En el año 3.200 AEC, Uruk fue la ciudad más grande de Mesopotamia y, posiblemente, del mundo entero.

Conforme creció la población de Uruk, la sociedad se volvió más compleja y la civilización Sumeria (la primera verdadera civilización del mundo, que floreció en el sur de Mesopotamia entre 4.500 AEC y 1.500 AEC) alcanzó su pico creativo. Las tablas sobrevivientes indican que Uruk tenía más de cien profesiones distintas, incluyendo embajadores, sacerdotes, escultores de piedra, jardineros, tejedores, herreros, cocineros, joyeros y alfareros.

Caminando a través de las calles de la Uruk en la Era de Bronce, hubiese encontrado mercaderes oreciendo sus mercancías, maravillosos jardines con palmeras, y templos surgiendo por encima de todas las demás estructuras. Los complejos de los templos eran lugares de importancia religiosa, pero ese no era su único propósito. Usted puede que haya visto a hombres cargando jarros de barro llenos de granos y llevándolos a los templos porque estos imponentes monumentos también eran lugares donde la gente de Uruk almacenaba sus alimentos sobrantes.

El desierto árido alrededor de Uurk tuvo pocos recursos naturales. Para compensar por esa escasez, las personas desarrollaron redes sólidas de comercio con otras comunidades. Ellos importaban madera de las cordilleras de Taurus, Zagros, y Líbano, y piedras de lapislázuli de lugares tan lejanos como Afganistán. Algunas de estas importaciones valiosas también eran almacenadas en los templos. 

Cerca de una las entradas del templo, usted puede haber visto un avance que alteró la historia. Podría haber visto un contador o registrador haciendo una tabla de barro cada que un jarro de granos ingresaba al templo. Él hubiese realizado un pequeño dibujo de un montículo de granos al lado de sus marcas de conteo, como lo habían hecho los registradores de la ciudad durante siglos.  

Pero si observaba de manera más detenida, hubiese visto que su imagen realmente no era un dibujo. Esto es porque, a lo largo de un periodo de muchos años, los dibujos de los registradores se habían simplificado para hacer que el inventario de productos fuese más rápido. Eventualmente, la imagen que fue utilizada para representar a los granos en los registros de los templos ya ni siquiera se parecía remotamente a un montículo de granos. Los pictografía evolucionó, en otras palabras, hasta convertirse en símbolos no-gráficos que representaban conceptos —tales como los granos.

Al ponerse de acuerdo sobre una serie de símbolos abstractos para representar productos comunes que se almacenaban en las bodegas de los templos, los contadores de Uruk fueron capaces de evitar la ardua tarea de hacer dibujos detallados sobre las tablas de barro.

Eventualmente, los habitantes de Uruk utilizaron estos símbolos escritos no solo para representar conceptos distintos, como los granos, el pescado o las ovejas, sino también para representar sonidos hablados que la gente utilizaba para expresar esos conceptos. Una vez que tenían símbolos para los distintos sonidos, fue posible escribir los nombres y otros palabras de manera fonética. Después de esa innovación, los sumeriamos fueron capaces de escribir listas de inventario más sencillas. También pudieron crear documentos cada vez más complejos. Su producción escrita abarcaba desde largos poemas épicos hasta la literatura de sabiduría, genealogías y listas de reyes.

Según los escritos de los sumerios antiguos, la ciudad de Uruk fue construida por el rey mítico Enmerkar. Este héroe épico se piensa que fue el hijo del dios del sol sumario Utu y una vaca (un animal que los sumerios adoraban y asociaban, debido a su producción de leche, con la maternidad). Se dice que Enmerkar reinó en Uruk durante cientos de años. Si la figura mítica de Enmerkar está ligeramente basada en un gobernante real, entonces este hubiese vivido a finales del cuarto milenio AEC o principios del tercer milenio AEC. 

En la leyenda sumeria, que fue conservada en la épica de Enmerkar y el Señor de Aratta, es a Enmerkar a quien se le atribuye la invención de la escritura. La leyenda dice que lo hizo durante un periodo de tensas negociaciones con un rey vecino, el gobernante de la ciudad-estado Aratta. Enmerkar estaba supuestamente insatisfecho con su mensajero, quien estaba agotado de viajar ida y vuelta entre Uruk y Aratta recitando mensajes, y solo podía transmitir mensajes de extensión limitada para comunicarse con el rey vecino. 

Entonces Enmerkar supuestamente recogió algo de barrio, creó mágicamente un lenguaje escrito completo, y procedió a escribir  un mensaje para que su mensajero lo entregue al rey de Aratta. Específicamente, el mito establece:

El discurso del [Rey Enmerkar] fue sustancial, y sus contenidos extensos. El mensajero, cuya boca era pesada, no fue capaz de repetirlo. Debido a que el mensajero, cuya boca estaba cansada, no fue capaz de repetirlo, el señor de [Uruk] compactó algo de barro y escribió un mensaje allí como su fuese una tabla. Ahora, bajo ese sol y ese día, así sucedió.

Esa colorida leyenda muestra que los sumerios valoraban el lenguaje escrito tanto que pensaron que solo un rey (y un supuesto semidiós, no menos que eso) podía crear algo tan importante. 

En realidad, la escritura no fue inventada por un rey, sino por los contadores de la ciudad. Además, no fue creado todo al mismo tiempo en un brote de genialidad creativa, sino que surgió gradualmente a lo largo de muchas generaciones. No fue originalmente creado para obtener una ventaja en la diplomacia internacional, sino por una razón mucho menos glamorosa mencionada anteriormente: la contabilidad. Como tal, las primeras escrituras que sobreviven hasta el día de hoy suelen ser listas de inventario, de compras, de salarios, listas asignando raciones a los trabajadores del templo, y recibos de compras.

Las personas de Uruk escribieron con juncos y barro, porque aquellos materiales eran ambos abundantes. Uruk está situada en medio de los pantanos de Mesopotamia, un extraño panorama húmedo en medio de un desierto seco. Los pantanos, alimentados por los ríos Éufrates y Tigris, podrían haber sido más grandes en el pasado de lo que son hoy. Un canal del Éufrates que desde ese entonces se ha secado se cree que fluyó muy cerca de Uruk.

Luego de cortar un junco de los bancos pantanosos del río Éufrates, los habitantes de Uruk en algún momento descubrieron que cuando un solo junco es presionado, con su punta afilada hacia abajo, en el barro suave y mojado, este produce una forma distintiva. Cuando el barro se secaba y endurecía, esa forma se conservaba. 

Cuando los contadores simplificaron su pictografía hacia símbolos cada vez más abstractos, esos símbolos tomaron la forma de cierto arreglo de marcas con forma de cuñas, que luego se convirtieron en los primeros caracteres o “letras”. Por esto es que el primer sistema de escritura más temprano es ahora conocido como cuneiforme, del Latín “con forma de cuña”.

Originalmente, los registradores que llevarían inventarios escribiendo desde arriba hacia abajo en sus tablas de barro, como si estuvieran haciendo una lista. Luego de muchos años de escritura de esa forma, los escríbanos desarrollaron un innovador nuevo sistema de escritura de izquierda a derecha. Esa innovación redujo el riesgo de manchar lo que se había escrito antes de que se secara el barro.

Sin embargo, los sacerdotes de los templos y otras personas alfabetizadas de Uruk estaban acostumbradas a leer los registros desde arriba hacia abajo, no desde izquierda a derecha, y a ellos no les agradaba el nuevo sistema de los escríbanos. Los escríbanos encontraron una solución que les permitiría a ellos escribir de izquierda a derecha, mientras que todavía permitiría que sus tablas sean leídas desde arriba hacia abajo. De forma ingeniosa, los escríbanos simplemente escribieron versiones de sus símbolos escritos que fueron robados en noventa grados. Escribiendo sus símbolos de manera lateral permitía que aquellos  que leyeran las tablas de la forma antigua, de arriba hacia abajo, no fuesen incomodados. 

Eventualmente, la gente empezó a leer la escritura simbólica de la misma forma en que era escrita, de izquierda a derecha. Pero como ya estaban girados los símbolos, estos se volvieron todavía más abstractos, acelerando el proceso de transitar desde pictografía sencilla hacia caracteres cuneiformes. Abajo, vea la evolución del carácter cuneiforme que significa “cabeza”, desde una imagen sencilla dibujada alrededor del año 3.000 AEC hasta un carácter cuneiforme altamente abstracto casi mil años después.

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Hoy, Uruk es mejor conocida como l ciudad del héroe antiguo Gilgamesh, como fue descrito en la Épica de Gilgamesh. Ese poema épico empezó como una serie de poemas compuestos alrededor de 2.100 AEC, aunque la versión sobreviviente más completa es considerablemente más reciente, de alrededor del siglo 12 AEC. 

Los académicos creen que una personal real llamada Gilgamesh probablemente reinó en Uruk en algún momento entre 2.800 y 2.500 AEC, y que llegó a ser descrito como un semidiós y como un héroe exuberante luego de su muerte. Gracias a la invención de la escritura, las personas hoy son capaces de gozar no solo de la literatura de Sumeria, sino de toda la producción literaria humana que va desde las obras de William Shakespeare hasta la ciencia ficción de Isaac Asimov.

Por ser la primera gran ciudad del mundo y el lugar de nacimiento de la escritura, la Uruk de la Era del Bronce merece ser reconocida como nuestro segundo Centro de Progreso. La escritura le dio a la humanidad una nueva herramienta de expresar su creatividad y la capacidad de intercambiar información a través de generaciones y alrededor del mundo. 

Este artículo fue publicado originalmente en HumanProgress.org (EE.UU.) el 8 de mayo de 2020.