Centros de Progreso, Parte 12: Hangzhou (el dinero de papel)

Chelsea Follett destaca la importancia de la ciudad Hangzhou en la China del siglo 12 EC, importante centro de progreso donde se inventó, entre otras cosas, el dinero de papel.

Por Chelsea Follett

Hoy presentamos la doceava edición de una serie de artículos publicados por HumanProgress.org, denominada Centros de Progreso. ¿Dónde se da el progreso? La historia de la civilización es de muchas maneras la historia de la ciudad. Es la ciudad la que ha ayudado a crear y definir el mundo moderno. Esta columna proveerá una introducción breve a los centros urbanos que fueron los sitios de importantes avances en la cultura, la economía, la política, la tecnología, etc.

Nuestro doceavo Centro de Progreso es Hangzhou en la China del siglo 12 EC, durante la denominada “revolución económica” pre-moderna o periodo de la pronto-industrialización de la tardía Dinastía Song. Con sus innovaciones en impresión y manufacturas, se ha dicho que los “Song se acercaron más a iniciar una revolución industrial que cualquier otro estado pre-moderno”. La Dinastía Song, que abarca el periodo desde 969 hasta 1276 EC, fue un tiempo de dinamismo e invención. 

Mediante el comercio y la industria, el imperio Song se convirtió en el más rico de la Tierra. La capital dinástica, Hangzhou, fue la ciudad más rica y poblada del mundo. La China de la Era Song se convirtió en el primer país en imprimir dinero de papel, el cual era mucho más fácil de transportar en grandes cantidades que las monedas metálicas. Hangzhou sirvió como un centro de impresión de dinero y como un núcleo de innovación y creatividad

Durante la Era Song, la persona china promedio experimentó un crecimiento extraordinario en su nivel de ingresos conforme la economía se expandió. La economía creció debido a los nuevos avances tecnológicos y agrícolas y debido a las rutas comerciales eficientes que produjeron un mercado genuinamente nacional. La era también presenció un considerable aumento en el comercio internacional, conforme los comerciantes chinos expandieron sus redes comerciales hasta llegar África Oriental. La creciente riqueza ayudó a motivar la adopción del dinero de papel, conforme las personas se encontraron lidiando con transacciones de montos cada vez mayores que en el pasado. 

Hoy, Hangzhou es una de los centros comerciales más importantes de China. También es el punto sur del Gran Canal, que es el río artificial más grande del mundo y un sitio designado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Manteniéndose apegada a su rica historia de innovación, Hangzhou continúa sirviendo como un centro empresarial. En Hangzhou se encuentran la sede central de varias empresas de la industria del Internet como el gigante del comercio en línea Alibaba y es un creciente centro de tecnología. Hangzhou es el corazón del “área metropolitana de Hangzhou”, la cuarta área metropolitana en China según su población y es el hogar de 20 millones de personas. Hangzhou también es un destino popular para el turismo interno de China. Hangzhou mantiene muchos sitios culturales bien conservados, los cuales muestran la historia de la ciudad. Incluso tiene un parque temático basado en la historia —“La ciudad de la Dinastía Song” o Songchen— lleno de personas disfrazadas que representan a los residentes de la ciudad en su edad de oro. El explorador italiano Marco Polo célebremente describió Hangzhou como “la ciudad más bella y magnífica en el mundo” y la denominó “la Ciudad del Cielo” durante una visita en el siglo 13 EC. Mientras que eso fue después de que hubiera culminado la Dinastía Song, gran parte de la arquitectura y riqueza de la ciudad que Marco Polo conoció era sin embargo un legado de esa época (Una estatua de Marco Polo se erige de manera destacada en un parque frente a un lago en la ciudad, admirando la belleza de Hangzhou hasta el día de hoy). Un refrán popular chino hace eco del sentir de Marco Polo: “Arriba, está el Cielo; abajo, están Hangzhou y Suzhou” —esta última siendo otra ciudad bella justo al norte de Hangzhou. 

Hangzhou ha sido una ciudad importante desde el siglo 7 EC cuando su Gran Canal fue construido por primera vez para conectar el centro urbano con Pekín. Hoy, el canal sigue siendo la principal vía marítima norte-sur en China. Pero la época de oro de la ciudad empezó cuando la Dinastía Song la convirtió en su capital. La Era Song presenció la adopción rápida de la impresión en bloques de madera, una tecnología que potenció la vida intelectual en la Dinastía Song. Hangzhou se ubicaba en la primera posición en China en lo que concierne el volumen y calidad de las impresiones en bloques de madera. La técnica, que consistía de esculpir texto e imágenes en bloques de madera, provee una forma de producir libros, documentos y notas bancarias de forma masiva.

La impresión en bloques de madera fue desarrollada en monasterios budistas para reproducir textos espirituales, con ejemplos que datan tan temprano como 200 EC,  y el método estaba bien establecido para el siglo 9 EC. Sin embargo, fue durante la Dinastía Song que se adoptó la impresión en bloques de madera de manera amplia para propósitos no religiosos. En el siglo 11 EC, el artesano e inventor Bi Sheng (990-1051 EC) diseñó la imprenta de caracteres móviles de madera. La adopción de la tecnología de imprenta dramáticamente redujo el costo de los libros y alentó la difusión de la alfabetización. No solo la impresión abundante condujo a una verdadera ola de producción artística como poemas y textos de obras de teatro, sino que también aceleró el progreso científico —por ejemplo, ayudando con la diseminación  y avance del conocimiento farmacológico y médico. 

Si pudiese visitar Hangzhou durante su era de oro, entraría en una bella metrópolis llena de arte, comercio, innovación y un espíritu de apertura. Las multitudes hubiesen sido formidables; hacia fines de la Era Song en 1276 EC, Hangzhou era el hogar de cerca de 1,75 millón de habitantes según algunas estimaciones. Eso es algo más que la actual población de Phoenix, Arizona, pero representaba una concentración urbana de personas sin precedente. Mientras que era pobre según los estándares modernos, la gente de la ciudad eran para ese entonces las personas más ricas del planeta. Mirando al puerto, hubiese visto grandes barcos divididos en múltiples secciones con hasta cuatro pisos y una docena de velas en tiempos en los que los europeos todavía viajaban en pequeñas galeras propulsadas principalmente por los músculos de los remadores. 

Gracias a los avances en desarrollo en las industrias de tinte, tejido y textiles, las personas de la ciudad hubiesen portado una amplia variedad de batas preciosas y lujosas. No hubiese visto muchas mujeres de alto rango caminando por allí. A pesar de los múltiples avances de la época, también era el principio de los “pies vendados” entre la élite china. Esa práctica cruel consistía de romper repetidas veces los huesos de los pies de las mujeres, empezando en la infancia temprana, para contorsionar los pies hasta darles una forma antinatural que era considerada hermosa pero que causaba dolor al caminar.

En el mercado, hubiese visto una cultura de alimentos emergiendo que desde ese entonces ha llegado a definir la cocina china. Durante la Dinastía Tang temprana (le era de oro de nuestro décimo Centro de Progreso, Chang’an), los granos dominantes de China eran el trigo y el mijo, y la bebida más común era el vino. Durante la Dinastía Song, el arroz y el te se convirtieron en el alimento y bebida base del país y han seguido siéndolo hasta el día de hoy. 

Le hubiese maravillado la elaborada arquitectura de la ciudad (Los techos respingados de China se originaron en la Dinastía Song). Los impresionantes templos de Hangzhou, muchos de los cuales todavía existen hoy, eran un testimonio de la diversidad filosófica y espiritual de la era. Como el escritor Eric Weiner lo expresó, “La mezcla del pensamiento budista y confuciano rindió una atmósfera notablemente tolerante”. Diferentes sistemas de pensamiento co-existieron y prosperaron. La conversación se elevó a una forma de arte, y conforme la ciudad se enriqueció, el arte de todo tipo se volvió una parte importante del diario vivir. Mientras que en eras anteriores, la poesía estaba limitada a temas religiosos, en la Era Song, la poesía se expandió hasta tratar toda cuestión concebible, y las competencias de poesía eran frecuentes. 

Hangzhou era el sitio de gran creatividad. En el siglo 11 EC, el polímata Shen Kuo (1031-1095 EC) inventó el compás magnético. También dibujo el primer mapa topográfico del mundo y fue la primera persona en registrar el proceso de sedimentación. Los libros de notas de Shen que todavía sobreviven han sido comparados con aquellos de Leonardo da Vinci por su amplitud. El trabajo de Shen abarcaba temas como las matemáticas, la astronomía, la meteorología, la etnografía, la cartografía, la diplomacia, la hidráulica, la ingeniería, y las finanzas. Shen también fue un poeta prolífico. 

Otro intelectual de la Era Song fue Su Tung-Po (1037-1101 EC). Una vez fue un gobernador de Hangzhou pero es mejor conocido por su arte, su trabajo como un ingeniero, y su poesía esclarecedora. La poesía de Tung-Po revela una discreta percepción poco halagadora de los funcionarios estatales:

Las familias cuando nace un niño
Desean que resulte inteligente.
Yo…solo deseo que el bebe resultará ser
Ignorante y estúpido.
Entonces será feliz todos sus días
Y llegará a ser un ministro de gabinete. 

Considerando que los múltiples avances de la ciudad provinieron del sector privado, la actitud de Tung-Po es comprensible. Incluso el dinero de papel era probablemente una invención del sector privado. Tan temprano como la Dinastía Tang (618-907 EC), la impracticabilidad de transportar cuerdas de monedas pesadas inspiraron a los comerciantes de la Ruta de la Seda para usar notas de papel que contenían una promesa de pago como medio para realizar compras (Las monedas chinas tenían huecos cuadrados en el centro para permitir que estas sean atadas con una cuerda). Los agentes privados originalmente produjeron esas notas. A principios de la Dinastía Song, el gobierno reconoció el valor de esa innovación y autorizó a tiendas de depósitos para que la gente pueda intercambiar monedas por dichas notas de promesa de pago allí, estandarizando de alguna forma el sistema. Entonces, en el siglo 12, el gobierno le dio todavía un mayor reconocimiento al concepto del dinero de papel emitiendo la primera moneda oficial de papel, llamada Jiaozi. Esas notas bancarias muchas veces mostraban ilustraciones complejas del comercio. 

Durante la era de oro de la “revolución económica” de Hangzhou, los líderes Song lograron evitar en gran medida el conflicto internacional bajando las tensiones mediante acuerdos comerciales y ofertas de tributos. De manera que Hangzhou estuvo casi todo el tiempo en paz durante sus años pico, dejando a sus residentes en libertad para involucrase en emprendimientos que enriquecieron todavía más a la ciudad. “Entre…960 y …1127 [EC], China atravesó una etapa de crecimiento económico que no tuvo precedente en la historia china anterior, tal vez en la historia mundial hasta ese entonces. Dependía de una combinación de comercialización, urbanización, e industrialización que ha conducido a algunas autoridades a comparar este periodo de la historia china con el desarrollo de la Europa Moderna temprana seis siglos después”, según el historiador estadounidense Philip D. Curtin

Las fábricas situadas en Hangzhou y en otras ciudades importantes de la Era Song como Chengdu, Huizhou, y Anqi imprimieron dinero de papel con un diseño uniforme utilizando bloques de madera y seis distintos colores de tinta. Cada ciudad utilizaba múltiples estampillas de sellado para las notas bancarias y distintas mezclas de fibras en la moneda de papel que producían para dificultar la falsificación de la moneda. En 1175 EC, hasta mil empleados puede que hayan trabajado en la fábrica de dinero de papel de Hangzhou cada día. Las primeras notas de dinero expiraron tan solo después de tres años, y su uso estaba limitado a ciertas regiones del Imperio Song. Luego, en 1265 EC, las fábricas de Hangzhou imprimieron la primera moneda verdaderamente nacional. Esa moneda mostraba un diseño unificado, era aceptada a través del imperio, y su valor estaba respaldado en plata y oro. Las notas de dinero de papel estaban disponibles en varias denominaciones. Desafortunadamente, esa moneda nacional solo fue utilizada durante nueve años antes de que la invasión mongol acabara con la Dinastía Song. 

El concepto de dinero de papel resultó ser más duradero que la Dinastía Song que lo creó. La subsiguiente dinastía Mongólica Yuan emitió su propio dinero de papel, conocido como el Chao. Sin embargo, los mongólicos no ataron el valor de su moneda a algo e imprimieron cada vez más notas bancarias hasta que la inflación descontrolada degradó el valor de la moneda. El dinero de papel puede derivar en la hiperinflación sino está acompañado de una política monetaria sensata. El dinero de papel de todos modos ha demostrado ser una invención duradera y práctica que ahora se usa alrededor del mundo.

Por ser un punto caliente de invención y creatividad y el sitio de una temprana revolución económica que le dio al mundo el dinero de papel, la Hangzhou de la China del siglo 12 EC es merecidamente nuestro doceavo Centro de Progreso. Fortalecida por la tecnología de impresión y la eficiencia del dinero de papel, la Era Song presenció un flujo constante de avances tecnológicos. Estos incluían el compás, los primeros relojes mecánicos, y la invención de la ciencia forense. Los avances económicos y tecnológicos de la Era Song se manifestaron en una mejora en las condiciones de vida para la persona promedio. Según prácticamente todas las medidas del bienestar humano, desde la sanidad hasta la alfabetización y el ingreso promedio, China era superior a Europa en el siglo 12. Gracias a la paz relativa, un comercio de largo alcance, y la apertura cultural, Hangzhou prosperó y produjo muchos logros, incluyendo invenciones que todavía usamos hoy.

Este artículo fue publicado originalmente en HumanProgress.org (EE.UU.) el 24 de septiembre de 2020.