Celebremos la aprobación total de la FDA de la vacuna contra el COVID-19 de Pfizer-BioNTech

Michael F. Cannon señala que el derecho a tomar decisiones médicas propias es un derecho humano fundamental.

Por Michael F. Cannon

El derecho de tomar las decisiones médicas propias es un derecho humano fundamental. Tomar en serio los derechos de atención médica significa reconocer que los consumidores tienen un derecho a elegir qué productos médicos que usan y que el gobierno no tiene derecho a obstaculizar su camino. 

Desde el momento en que Ugur Sahin y sus colegas desarrollaron la vacuna Pfizer-BioNTech contra el COVID-19 en enero de 2020, ellos y los consumidores han tenido el derecho de vender y comprarla, siempre y cuando ambas partes estén de acuerdo con la transacción. Cuando el gobierno interfiere con ese derecho al intercambio voluntario, este interfiere con los derechos de los pacientes a tomar sus propias decisiones médicas. Este derecho humano fundamental al intercambio voluntario es todavía más importante cuando involucra decisiones médicas de vida o muerte. 

Desde mediados de enero de 2020 hasta diciembre de 2020, la Administración de Alimentos y Medicinas de EE.UU. (FDA) violó los derechos de los fabricantes y consumidores de comprar y vender la vacuna contra el COVID-19 de Pfizer-BioNTech que salva vidas. La FDA solo dejó de violar esos derechos cuando le concedió a la vacuna autorización de uso por emergencia el 11 de diciembre de 2020. Bajo los términos de esta autorización, sin embargo, la FDA empezaría a violar nuevamente esos derechos una vez que el gobierno federal declare que esta emergencia de salud pública ha terminado. 

El anuncio de hoy de que la FDA ha concedido aprobación total a la vacuna contra el COVID-19 de Pfizer-BioNTech es una noticia bienvenida —pero no porque el gobierno debería estar en el negocio de revisar la seguridad y eficacia de las medicinas (no debería), ni porque la FDA tiene alguna autoridad moral (no la tiene), ni tampoco porque los pacientes necesitan el sello de aprobación de la FDA (aunque algunos con justa razón lo aprecian). Es una noticia bienvenida solo porque significa que una vez que el gobierno federal declare que esta emergencia de salud pública ha terminado, la FDA no volverá de manera automática a violar los derechos de los consumidores a usar esta vacuna. 

La pandemia COVID-19 ha demostrado una y otra vez que la FDA es una amenaza a la salud pública.

Este artículo fue publicado originalmente en Cato At Liberty (EE.UU.) el 23 de agosto de 2021.