Armas de distracción masiva
Por Charles V. Peña
Casi tres meses después de una veloz y decisiva victoria militar, las armas de destrucción masiva (ADM) siguen sin ser encontradas en Irak. Como mínimo, esta es una vergüenza para la administración Bush. Y si las ADM son eventualmente descubiertas, no importará ya que Irak nunca fue una amenaza a la seguridad de Estados Unidosun punto que muchos observadores pasan por alto.
Las ADM fueron la justificación principal para lanzar una guerra preventiva contra Irak. Antes del conflicto, el presidente Bush acusó a Irak de tener suficiente material como "para producir más de 25.000 litros de ántraxsuficientes dosis como para matar a varios millones de personas... más de 38.000 litros de toxina de botulismosuficiente para condenar a muerte a millones de personas por insuficiencia respiratoria... hasta 500 toneladas de gas sarín, gas mostaza y agente nervioso VX". El secretario de Estado, Colin Powell, reforzó las denuncias de Bush en una presentación ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en febrero pasado, donde mostró inteligencia fotográfica y auditiva como evidencia a favor del caso de Estados Unidos.
La situación actual es rica en ironía y contradicciones. De acuerdo a la administración Bush, los inspectores de armas de la ONU fueron incapaces de hallar ADM porque el régimen iraquí era partícipe de un elaborado juego de gato y ratón, al mover las armas de un lado al otro siempre estando un paso delante de los inspectores (asumiendo que ellos sabían dónde buscar en primer lugar). Además, los inspectores fueron incapaces de entrevistar a científicos y autoridades con conocimiento de las ADM sin temores de intimidación y retribución por parte de los "gorilas" iraquíes.
Hoy, los inspectores de armas de Estados Unidos tienen acceso irrestricto a Irak. La mayoría de la gente que se supone sabe algo sobre las ADM ha sido entrevistada y tiene la libertad de divulgar sus secretos. Y aún así Estados Unidos no ha tenido más éxito que la ONU.
La ironía final es la declaración del secretario adjunto de Defensa, Paul Wolfowitz, de que encontrar ADM en Irak "va a tomar tiempo, y tendremos que ser pacientes". Tiempo y paciencia era lo que la administración no estuvo dispuesta a darle a los inspectores de armas de la ONU.
La administración Bush está confiada de que las armas serán encontradas eventualmente. Pero lo que en realidad importa, dice, es que el mundo es un mejor lugar ahora luego de que la coalición se deshiciera del malvado dictador iraquí y liberara a los habitantes de ese país. Esta lógica revisionista parece satisfacer a la mayoría de los estadounidenses. El primer ministro británico, Tony Blairquien está bajo fuego por parte de los conservadores, liberales demócratas y su propio partido Laborista, especialmente por su alegato de que Irak tenía ADM y que éstas podían ser lanzadas en 45 minutosestá repitiendo la misma excusa, pero no obtiene la misma recepción.
Los comités de inteligencia de ambas cámaras del Congreso estadounidense han empezado reuniones a puertas cerradas sobre la calidad de la inteligencia y cómo ésta fue usada por la administración Bush. Una investigación similar está siendo conducida en el Parlamento británico. La obvia historia en proceso es sobre si hubo premisas falsas para la guerra y la potencial caída en desgracia de Bush y Blair si las ADM no son encontradas en Irak.
La historia menos obvia, pero más importante, es si las ADM son halladas. El descubrimiento de dicho arsenal no justificaría la guerra, ni reivindicaría a la administración Bush ya que ésta todavía tiene que explicar cómo era que Irak representaba una amenaza directa e inminente para Estados Unidos. Derrotar al ejército iraquí en tres semanas evidencia que Irak no era una amenaza militar.
La posibilidad, reconocida por el secretario de Defensa Donald Rumsfeld, de que los iraquíes pudieron haber destruido sus ADM antes o durante la guerra únicamente refuerza la noción de que éstas no eran una amenaza. Aún más importante, si los iraquíes tenían armas químicas o biológicas pero no las usaron para defender a su propio país contra un invasor extranjero, ¿cómo y cuándo iban a usar dicho arsenal? De hecho, Saddam parece haber sido disuadido de utilizar las ADM para defenderse a sí mismo y a su régimen que se caía a pedazos a su alrededor.
En una nota relacionada, está claro que Irak no era un santuario para las operaciones de al Qaeda como sí lo fue Afganistán bajo el régimen talibán. Por lo tanto la preocupación estadounidense con Irak y las ADM desvió la atención de Estados Unidos de una verdadera amenaza y lo que debiera ser el foco de la guerra contra el terrorismo: la red terrorista de al Qaeda, la cual opera en 60 países alrededor del mundo.
Rand Brees, quien recientemente renunció como asistente especial del presidente Bush para combatir al terrorismo debido a su desencanto con la manera en que la administración estaba manejando la guerra contra el terrorismo, cree que la guerra en Irak ha desviado recursos humanos, intelectuales, y financieros; ha creado fisuras en la alianza para combatir el terrorismo; y podría engendrar una nueva generación de reclutas para al Qaeda. Ese es un precio demasiado alto a pagar a cambio de ADM que no aparecen en Irak. Éstas han resultado ser armas de distracción masiva.
Traducido por Juan Carlos Hidalgo para Cato Institute.