Alimentos: ¿Precios nunca vistos?

Manuel Hinds indica que los precios de los alimentos estuvieron mucho más altos a principios de los setentas que hoy. Hinds concluye que ya el mundo ha sobrevivido precios de alimentos altos y "Si manejamos la crisis con prudencia e inteligencia vamos a salir de ella".

Por Manuel Hinds

El problema de los precios de los alimentos se ha discutido tanto como una situación jamás vista que a mucha gente le sorprenderá la gráfica adjunta. Esta muestra los precios reales de tres productos primarios comestibles y del promedio de 19 de estos productos. Los precios reales se han calculado dividiendo los precios de estos productos por el nivel de precios general en los mercados internacionales, con lo que se neutraliza el efecto de la inflación general en las cifras.

De esta manera, cuando la línea de un producto baja, esto quiere decir que sus precios han subido menos que la inflación general, y cuando la línea sube, que sus precios han subido más que la inflación general. Dado el impacto que los aumentos en los precios han tenido a nivel mundial, uno esperaría que estos precios estuvieran más altos que nunca en la historia—o por lo menos que en los últimos 48 años, que es lo que cubre la gráfica—y no es así. En realidad, el precio relativo del más caro de estos productos, el trigo, está al mismo nivel que estaba en 1960; el precio del arroz está al 65 por ciento y el maíz al 63 por ciento de lo que estaba en esa fecha. El precio del café, que no está en la gráfica para no complicarla mucho, está al 48 por ciento de lo que estaba en 1960, y en promedio, los precios de 19 productos primarios comestibles están al 72 por ciento de lo que estaban en 1960.


FUENTE: International Financial Statistics, FMI

Note usted que los precios reales han estado mucho más altos antes. Por ejemplo, el arroz, que ha sido objeto de pánico recientemente, estuvo mucho más caro en la segunda parte de la década de los años sesentas. Luego, en la década de los setentas, los precios del el arroz y de todos los otros productos subieron aún más, alcanzando los verdaderos niveles récord del último medio siglo. Para que precio del arroz alcance los niveles reales que tuvo en Mayo de 1974, el precio que tuvo en Marzo de 2008 tendría que multiplicarse por 4.7 veces. Para que el precio promedio de los 19 productos alcancen ese nivel, debería más que duplicarse. Dicho de otra manera, los precios de los productos primarios comestibles están, en promedio, alrededor de la mitad de lo que estaban en 1974. Los precios son altísimos sólo cuando se comparan con los bajísimos que prevalecieron desde los ochentas.

¿Quiere esto decir que todo la alarma sobre los precios de los alimentos es una alharaca? No, por dos razones. La primera es que la baja de los precios de los comestibles en las décadas pasadas permitió a los consumidores añadir otras cosas a su consumo, de tal manera que los precios bajos contribuyeron a la reducción de la pobreza. Ahora, el movimiento contrario de los precios está causando el efecto contrario: la gente tiene que dejar de gastar en otras cosas para gastar en la comida más cara. Esto amenaza con revertir parte del progreso que se ha logrado en la disminución de la pobreza. La segunda razón por la cual es legítimo preocuparse es porque los precios todavía están subiendo, con lo que el problema está empeorando.

Pero el hecho que los precios reales todavía estén al nivel que tenían en 1960 y a la mitad de lo que estaban en 1974 sí da una perspectiva diferente a la que se escucha ahora tan frecuentemente. Ya hemos tenido estos precios y peores y hemos sobrevivido. Si manejamos la crisis con prudencia e inteligencia vamos a salir de ella. Si caemos presa de un injustificado pánico, vamos a destrozar al país.

Este artículo fue publicado originalmente en El Diario de Hoy (El Salvador) el 30 de mayo de 2008.