Ajuste y ancla fiscal
Adrián Ravier describe la situación fiscal heredada por el gobierno de Javier Milei y la probabilidad de que se logre la meta de un déficit fiscal 0%.
Por Adrián Ravier
La compleja herencia que recibió el gobierno de Javier Milei incluye un déficit fiscal y financiero del Tesoro Nacional del 6%. El gobierno se ha comprometido con el FMI a corregir el mismo en 2024 –en sólo un año–, con una serie de políticas que vamos a describir a continuación. El objetivo es ambicioso, pues no sólo busca eliminar el déficit primario (2,7% del PIB), sino también el financiero, pudiendo desde 2025 cubrir los intereses de la deuda con la recaudación tributaria, y sin acceso a nueva deuda, ni emisión monetaria.
El siguiente cuadro resume el resultado fiscal 2023:
Como bien señala Nadin Argarañaz en twitter, el “déficit primario de 2023 fue de 2,7% del PIB anual, aumentando 0,4 puntos porcentuales respecto al 2,37% del PIB del año 2022. El gasto tuvo baja de 0,6 puntos porcentuales del PIB, pero los ingresos cayeron 1 p.p. del PIB. El déficit total fue de 6% del PIB”.
Ajuste fiscal 2024
El siguiente cuadro resume la política reducción del déficit que incluirá en el primer año suba de impuestos (+2,9% en la recaudación) y baja de gastos (-3,2%), de acuerdo a los detalles del siguiente cuadro “oficial” presentado por el Ministerio de Economía (con pequeños ajustes).
AJUSTE FISCAL 2023 |
6,1% |
INGRESOS |
2,9% |
Impuesto País (17,5% 12 meses) |
0,8% |
Retenciones adicionales (15 %) |
0,5% |
Normalización cosecha |
0,7% |
Reversión reforma ganancias |
0,4% |
BBPP + Moratoria + Blanqueo |
0,5% |
GASTOS |
3,2% |
Jubilaciones y pensiones |
0,4% |
Transferencias corrientes a Provincias |
0,5% |
Subsidios económicos |
0,7% |
Gastos de capital |
0,7% |
Programas sociales con intermediarios |
0,4% |
Gastos de funcionamiento y otros |
0,5% |
Fuente: Ministerio de Economía.
Cabe aclarar que el Ministerio de Economía proyectaba un déficit de 5,2%, por lo que la nueva información con los datos cerrados de 2023 agrava la situación heredada. Al cuadro oficial se agregó la “normalización de la cosecha” (después de un año de sequía), lo que generaría ingresos tributarios adicionales para el gobierno en 0,7% del PIB.
Por el lado de los ingresos:
1) el gobierno anunció un incremento en la alícuota del impuesto PAÍS que aplica a operaciones de compra de divisas. La alícuota se fijó en 17,5% y tendrá una duración de 12 meses (boletín oficial, decreto 29/2023). La mejora en la recaudación se proyecta en 0,8% del PIB.
2) también se incrementaron en un 15% las alícuotas de retención para las exportaciones. Excluye a varias economías regionales y las eleva del 31% al 33% para los derivados de la soja. También delega, al Ejecutivo, la facultad de modificarlas sin pasar por el parlamento. La mejora en la recaudación se proyecta en 0,5% del PIB.
3) revertir la reforma del impuesto a las ganancias que Sergio Massa había logrado aprobar en el Congreso proyecta una mejora de recaudación en 0,4% del PIB.
4) finalmente, la moratoria y blanqueo, proyectan incrementos de recaudación en 0,5% del PIB.
De estos elementos descriptos, cabe señalar que los puntos 2, 3 y 4 aun dependen de que el Congreso los apruebe bajo la Ley Ómnibus. De hecho, en la información que se filtra en los medios, el punto 2 está en discusión. Dicho eso, es posible que la pérdida de recaudación por dicho punto se compense con la mayor recaudación de una normalización en la cosecha mencionada más arriba, lo que agregaría a la proyección oficial un incremento en la recaudación del 0,7% del PIB.
Para cerrar el tema ingresos, también es importante destacar que el Presidente Milei señaló que estas medidas son transitorias dado el contexto de déficit, insistiendo que alcanzados los equilibrios macro Argentina deberá debatir su sistema tributario, simplificando el laberinto fiscal y reduciendo presión tributaria.
Por el lado del gasto,
1) Jubilaciones y pensiones es otro de los puntos que se está debatiendo en el congreso. La fórmula de actualización está en debate, y el gobierno asume que dicha partida tendría en 2024 un ajuste del 0,4% del PIB.
2) Se cancelan para este año 2024 las transferencias discrecionales a provincias, lo que por supuesto no afecta las transferencias por coparticipación. Esta cancelación representa el 0,5% del PIB.
3) Se recortan los subsidios económicos a empresas de servicios públicos, lo que tiene como contrapartida un proceso de incremento de tarifas que los compensen. El ahorro aquí se proyecta en 0,7% del PIB, aunque el Presidente Milei afirmó que en caso de no salir la Ley Ómnibus, podrá acelerar la reducción de subsidios para alcanzar el objetivo de terminar con el déficit fiscal.
4) se aplica un recorte de obras públicas, tanto en iniciar nuevas como en interrumpir las que aun no habían iniciado. En un futuro, las licitaciones tomarán un carácter “público-privado”, donde el gobierno definirá las obras y los privados las financiarán y concretarán, recuperando el capital con los ingresos que genera la actividad –como peajes–, como ya ha ocurrido en nuestro país en los años 1990, y también en otros países de la región. El ahorro aquí representa un 0,7% del PIB.
5) la reducción de programas sociales con intermediarios se proyecta en 0,4% del PIB, si bien debemos aclarar que se mantendrán los planes de ayuda estatal para desempleados (Plan Potenciar Trabajo) de acuerdo a lo establecido en el Presupuesto 2023 y se fortalecerán las políticas sociales que son recibidas directamente por quienes las necesitan, como la Asignación Universal por Hijo y la denominada Tarjeta Alimentar, que permite comprar alimentos a los sectores más vulnerables.
6) el recorte de otros gastos de funcionamiento se estima en 0,5% del PIB, lo que incluye la reducción del número de ministerios (de 18 a 9), de secretarías (de 106 a 54), de sub-secretarías y direcciones nacionales. Esto permitirá una reducción del 50% de los cargos jerárquicos en la Administración pública y del 34% de los cargos políticos totales del Estado nacional.
Tampoco se renovarán los contratos laborales del Estado que tengan menos de un año de vigencia. Se trata concretamente de eliminar los nombramientos del pasado gobierno en la etapa de campaña.
Se suspende por un año la pauta oficial, es decir la publicidad del Gobierno nacional en los medios de comunicación.
Resumiendo, el plan de ajuste que intenta el gobierno consiste en reducir el déficit fiscal con un 42% del ajuste vía ingresos, y un 58% vía gastos. Del total del ajuste, hay 1,8% del PIB que dependerán del Congreso, sumando los puntos 2, 3 y 4 de los ingresos y el punto 1 de los gastos sintetizados arriba.
¿Es viable pensar en una Argentina que inicie el 2025 con déficit fiscal y financiero en 0%?
En principio sí, aunque está claro que el actual debate parlamentario tiene una discusión determinante por delante.
El ajuste fiscal resulta esencial en el plan económico del gobierno, al que ha calificado de “ancla fiscal”, lo que permitirá no continuar monetizando el déficit, para alcanzar en consecuencia el ordenamiento monetario y cambiario.