Ajuste del gasto

Isaac Katz explica que "Es necesario...eliminar todos aquellos rubros que no tienen justificación y aumentar la eficiencia y eficacia del gasto público. De ser esto así, ello tiene que venir acompañado de una reestructuración a fondo de toda la estructura organizacional del gobierno, eliminando todos aquellos programas y puestos laborales que sobran".

Por Isaac Katz

Como se esperaba, ante la caída del precio del petróleo y la expectativa de que en un futuro cercano las tasas de interés empiecen a aumentar, el gobierno anunció un recorte del gasto público por un monto de 124,3 miles de millones de pesos (US$10,3 miles de millones), 0,7% del PIB. Este ajuste incluye una reducción de 52,3 miles de millones de pesos en diferentes áreas del gobierno federal, 62 mil millones de pesos en Pemex y 10 mil millones en la Comisión Federal de Electricidad (CFE), una medida precautoria correcta.

Del ajuste en el gobierno federal, 65% corresponde a gasto corriente y el restante a gasto de inversión, incluyendo la cancelación del ferrocarril transpeninsular Mérida-Quintana Roo y la postergación del ferrocarril México-Querétaro, proyectos ambos con valor presente neto negativo, por lo que ambas medidas son más que justificables. En cuanto al ajuste del gasto tanto en Pemex como en CFE, no hay aún información de cuánto es gasto corriente y cuánto de inversión, aunque lo deseable y eficiente es que la mayor parte recaiga en el gasto corriente dado el exceso de personal con el que operan y los exorbitantes sueldos (incluyendo prestaciones) que pagan.

De la reducción anunciada del gasto corriente del gobierno federal, hay algunos comentarios. Primero, se anunció una reducción del 10% en lo que toca a servicios personales en los mandos medios y altos, así como una, también del 10%, en plazas eventuales y por honorarios. En realidad, no hay un ajuste de fondo en la obesa e ineficiente estructura de la estructura burocrática.

Segundo, se anunció una reducción del 10% en el rubro de comunicación social. Solo en un país bananero el gobierno gasta infames cantidades de recursos para auto promocionarse, más el hecho de que prácticamente a nadie le importan los anuncios que hace el gobierno de sí mismo. El recorte debería ser mucho mayor.

Tercero, se anunció una reducción de recursos destinados a las tres zonas especiales de desarrollo. De entrada no sabíamos cuántos recursos se le iban a destinar a este programa por lo que decir que se van a reducir no nos dice mucho.

Cuarto, se anunció que en lugar de regalar 13 millones de televisores, ahora solamente serán 10 millones. El gobierno no tiene que utilizar nuestros recursos para regalar televisores, ni siquiera uno.

Quinto, una joya. Como en todo programa de austeridad, se anunció una reducción en gastos de telefonía celular, viáticos, pasajes aéreos y asesorías. Si estos gastos son prescindibles, ¿por qué se les asignó originalmente un presupuesto? Me imagino lo que le va a decir un Secretario a sus subordinados: "o dejan de hablar por el celular o se los confisco". ¡Increíble!

Del anuncio hecho por el Secretario de Hacienda hay, sin embargo, uno que es muy importante: la revisión profunda del gasto público para 2016 y años subsecuentes a partir de una "base cero". El gobierno gasta mucho y, lo más relevante es que gasta muy mal, con un impacto muy bajo sobre el crecimiento. Es necesario, en consecuencia, eliminar todos aquellos rubros que no tienen justificación y aumentar la eficiencia y eficacia del gasto público. De ser esto así, ello tiene que venir acompañado de una reestructuración a fondo de toda la estructura organizacional del gobierno, eliminando todos aquellos programas y puestos laborales que sobran.

¿Impactará este recorte al crecimiento este año? Lo dudo dada la muy baja, sino es que nula, productividad del gasto público. Lo que impactará negativamente, eso sí, es el menor valor de la producción petrolera.

Este artículo fue publicado originalmente en Asuntos Capitales (México) el 3 de febrero de 2015.