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OMC, la fiesta de los burócratas

Publicado por Alejandro A. Tagliavini

Pocas veces en esta Buenos Aires, que conoció genios como Jorge Luis Borges y que supo ser una de las capitales más ricas de América —y aún conserva su esplendor— vi gente tan irritada con los burócratas y políticos. Y no es para menos. A causa de la monumental cumbre de la Organización Mundial del Comercio (OMC), entre el 11 y el 14 de diciembre, el despliegue policial por razones de “seguridad”, además de ser costosísimo, ha provocado un caos en el tránsito que implica la pérdida de miles de millones de dólares en términos de horas hombre perdidas.

El inicio de la sesión plenaria estuvo protagonizado por el choque entre la postura proteccionista del Gobierno de Donald Trump y la decidida defensa de “la globalización y el libre comercio” realizada por China, respaldada prácticamente por los 164 países participantes incluida la Unión Europea y Latinoamérica. Insólito: el “comunista” defendiendo el libre comercio y el “capitalista” quejándose, aunque en parte tiene razón ya que argumenta de que, bajo la categorización de “países en desarrollo” algunos tienen ventajas regulatorias con respecto a otros.

Por cierto, la cumbre fue un fracaso, prácticamente no se avanzó nada, así lo manifestó el vocero del organismo quien en declaraciones a la prensa manifestó que "es imposible por el momento" llegar a un consenso acerca de los cinco ejes que están en discusión: Agricultura, Pesca, Servicio, Desarrollo y Comercio Electrónico.

O no fue un fracaso, porque los burócratas se la pasan fenomenal a costa de los impuestos que pagan los empobrecidos ciudadanos. Por caso, entre las decenas de eventos que se produjeron, para una de las reuniones en las que participó el presidente argentino, estaban convocadas 1.500 personas. Pero se presentaron solo 400 siendo que se había contratado un exquisito almuerzo y cena que comieron unos 300 comensales. Es de esperar que el sobrante —unas 1.200 porciones — lo hayan dado a gente pobre, que suma un tercio de la población argentina.

Lo peor del caso es que la OMC es un fraude. Se presenta como defensora del libre comercio —y la izquierda suele protagonizar ridículas manifestaciones para condenar esto — cuando es lo contrario. A ver, para liberar el comercio, basta con que cada gobierno levante unilateral e inmediatamente las regulaciones que lo impiden. Pero la OMC hace lo contrario, regula el comercio internacional, supuestamente libre. Su director general lo dijo explícitamente.

Durante una de las conferencias paralelas, Jack Ma, el fundador y CEO de Alibaba, la empresa de comercio vía internet más grande del mundo, y el segundo hombre más rico de China, dijo que "No hay que regular el comercio electrónico", de modo que pueda expandirse ya que falta mucho, dado que unos 4.000 millones de personas en el mundo no tienen acceso a Internet, y en los países menos desarrollados el 70% de la población no tiene una conexión básica a la red.

El director general de la OMC le respondió sin ambigüedad "¡Estamos acá justo en la casa de las regulaciones!", en referencia al rol de la OMC en el comercio mundial. Como dije, la Cumbre fue un fracaso, lo que significa una gran noticia para los políticos y burócratas porque ellos tendrán que seguir viajando —y visitando países bonitos — a costosísimas reuniones futuras para seguir intentando avanzar… ¡Ojalá tengan suerte! Y la próxima se realice en una playa paradisíaca como la cumbre de 2013 en Bali.

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