Crear dinero
Sergio Sarmiento dice que "Los gobernantes siempre han ofrecido argumentos que suponen sólidos para justificar que se imprima o se cree dinero que al final termina por destruir la economía
Por Sergio Sarmiento
Lo llaman “quantitative easing”, algo así como “aflojamiento cuantitativo”. Detrás de este nombre, aparentemente técnico e inocuo, se esconde un procedimiento utilizado por muchos gobiernos del mundo desde los tiempos de la antigüedad. Se trata de la creación de dinero sin sustento. Eso es lo que está haciendo el gobierno de los EE.UU. ahora, la misma práctica que cuestionaba cuando la llevaban a cabo países pobres como el nuestro.
Durante meses la Reserva Federal, el banco central de los EE.UU., redujo la tasa de interés hasta llevarla a un nivel de virtualmente cero. Si consideramos que fijar tasas de interés ha sido el instrumento favorito de la Fed desde hace años para manejar la política monetaria, tal reducción parecía dejar ya sin armas a los banqueros centrales.
Sin embargo, a partir del 25 de marzo la Reserva Federal ha empezado una nueva práctica que podría tener consecuencias muy negativas en el largo plazo. Este “aflojamiento cuantitativo” no es otra cosa que la compra por parte de la Fed de bonos del Tesoro de los EE.UU.. Sólo que estas compras las está haciendo sin sacar dinero de sus cuentas o reservas. El dinero lo está imprimiendo o, peor aún, simplemente lo está creando a través de transferencias electrónicas que no tienen soporte real. Según la publicación de internet llamada The Daily Reckoning, se espera que con esta medida la base monetaria de EE.UU. aumente en 500 por ciento en los próximos meses.
No es el gobierno de EE.UU. el primero en la historia en recurrir a la impresión o creación de dinero para cubrir sus necesidades. Desde hace siglos muchos gobiernos han pensado que no hay nada más fácil que imprimir billetes o acuñar monedas sin valor real para financiarse sin tener que generar riqueza real. Las consecuencias siempre han sido las mismas: inflación, depreciación de la moneda y finalmente crisis social. La Roma imperial de los últimos años y la Alemania de la República de Weimar en las décadas de 1920 y 1930 son dos ejemplos notables. Hoy lo único que ha cambiado es que la Reserva Federal está creando el nuevo dinero por vía electrónica en lugar de a través de la impresión tradicional de dinero o con la acuñación de moneda sin valor. Pero las consecuencias serán sin duda las mismas que hemos visto en la historia en casos similares.
Los gobernantes siempre han ofrecido argumentos que suponen sólidos para justificar que se imprima o se cree dinero que al final termina por destruir la economía. Muchos de ellos, como Luis Echeverría y José López Portillo que fueron presidentes de México de los setenta, afirmaban que lo hacían para ayudar a los más pobres, aunque al final son los pobres los que más sufren el desplome económico que provocan estas políticas. Otros lo hacen para mantener guerras. Hoy el presidente Barack Obama de los EE.UU. y el presidente de la Reserva Federal Ben Bernanke dicen que lo que buscan es sacar al país de la recesión. Pero al final los problemas que se generan con estas políticas serán peores que los que pretenden remediar.
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