En deferencia a los "mojados"

Por Carlos A. Ball

Una persona que expone su vida, se arriesga a sufrir la persecución de hombres armados y animales salvajes, atraviesa ríos, desiertos y rocosas montañas para poder alimentar a su familia y ofrecer un mejor futuro a sus hijos merece mi respeto y encomio. Ese sentimiento se profundiza cuando en los días más calurosos, asoleados y húmedos de la Florida, a quienes veo construyendo techos y manteniendo jardines suelen ser inmigrantes indocumentados.

Según el Pew Hispanic Center, 36% de quienes trabajan en Estados Unidos instalando material aislante en las construcciones son indocumentados, lo mismo que 29% de quienes trabajan en techos y 28% de los que levantan paredes de casas y edificios. Ellos no son empleados de las grandes firmas constructoras porque éstas subcontratan los trabajos más duros a pequeños contratistas locales, quienes se ven obligados a buscar “informales” para poder terminar la obra en el tiempo y el costo acordado.

Los constructores calculan que encarcelar y repatriar a los indocumentados doblará o triplicará el tiempo requerido para construir una casa y aumentará en 40% su costo. Estados Unidos se ha beneficiado inmensamente al abrir las fronteras a miles de productos, desde ropa hasta aparatos electrónicos que pueden ser producidos a costos inferiores en el exterior, lo cual hace que la industria nacional se especialice en trabajos mejor remunerados y productos más sofisticados, lo cual fomenta el bienestar y permite que este país acelere el nivel de vida de la gente mucho más rápidamente que las otras naciones desarrolladas.

La sorpresa es que mucha de la misma gente que comprende las ventajas de la globalización y el libre comercio cambia radicalmente de opinión cuando se trata de la libre inmigración. Eso se llama xenofobia. Hace años en este país dejó de ser aceptable mostrar desprecio hacia los negros, pero otra cosa son hoy los “mojados”. El Ku Klux Klan se conoce principalmente por su persecución y crueldad contra los negros, pero en sus comienzos atacaban por igual a católicos, judíos y extranjeros. Ahora ha surgido el grupo de los Minutemen, civiles armados con el propósito de impedir el ingreso de “mojados”, con lo cual empañan el buen nombre de quienes durante la guerra de independencia estaban dispuestos a movilizarse en minutos para luchar por la libertad.

Líderes de la derecha republicana exigen que se repita la política instrumentada por el presidente Dwight Eisenhower, quien en 1954 nombró Comisionado de Inmigración a su antiguo compañero de West Point, el general Joseph Swing, oficial que había demostrado gran severidad y dureza contra el enemigo durante la Segunda Guerra.

Swing impuso en junio de 1954 la llamada “Operation Wetback” (operación espalda mojada), bajo la cual no solamente se apresaron y se deportaron a cientos de miles de trabajadores indocumentados, sino que a muchos de ellos, para dificultarles el reingreso a Estados Unidos, los embarcaban en los vapores “Emancipación” y “Mercurio” para trasladarlos a puertos mexicanos como Veracruz, más cerca de Guatemala que de Texas.

La xenofobia demostrada por la extrema derecha conservadora del Partido Republicano parece indicar que los líderes del partido no aprendieron de las desastrosas experiencias electorales sufridas en California, a raíz de las duras posiciones del ex gobernador Pete Wilson en contra de los inmigrantes. Debieran saber que el voto latino será mucho más importante en las elecciones venideras, tanto al Congreso como a la presidencia.

Artículo de la Agencia Interamericana de Prensa Económica (AIPE)
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