Kosovo: ¿El fracaso de la "Tercera Vía"?
Por Carlos A. Ball
En la revista New Republic del 24 de mayo, John B. Judis mantiene que "la 'tercera vía' es una estrategia política identificada con Bill Clinton en Estados Unidos, Tony Blair en Gran Bretaña y Gerhard Schroeder en Alemania. y también se relaciona integralmente con la política extranjera; su éxito o fracaso puede relacionarse directamente con la misión de la OTAN en Kosovo".
El autor teme que un desastre en Kosovo ponga en peligro la candidatura presidencial de Al Gore en Estados Unidos.
De hecho, el mes pasado, en un foro sobre la "tercera vía" presentado a la conclusión de las celebraciones de los 50 años de la OTAN en Washington por el Consejo de Liderazgo Demócrata, tanto el presidente Clinton como el primer ministro Blair expusieron la conexión existente entre la "tercera vía" y la política que ellos adelantan en Kosovo. Blair insistió en que la "tercera vía se aplica tanto internacionalmente como nacionalmente", añadiendo que en Kosovo están extendiendo el concepto de una "comunidad activa" desde casa hacia el mundo entero.
Se trata de una interpretación nueva y agresivamente autoritaria del concepto de la globalización. Hasta ahora, los defensores de la globalización la veíamos como el triunfo de la gente común y corriente, al poder beneficiarse de bienes, servicios, mano de obra y capitales de inversión procedentes de todo el mundo, sin que los burócratas locales pudiesen seguir erigiendo impenetrables barreras proteccionistas, para defender los intereses de grupos privilegiados, amigos del gobierno.
Sin embargo, para los prohombres Clinton, Blair y Schroeder, la globalización también significa que aquellos que controlan las armas más modernas y mortíferas pueden impunemente pisotear la soberanía de las naciones pequeñas.
Actualmente las víctimas son los yugoslavos, pero una vez eliminado de plano el respeto por la soberanía de los países pequeños, imaginémonos a un verde radical como Al Gore presidente de Estados Unidos. Para América Latina eso sería una verdadera pesadilla porque trataría de modificar a su antojo nuestras industrias petroleras, mientras que su política industrial aseguraría que a los latinoamericanos pobres se les pondría fuera de su alcance las maquinarias modernas y los automóviles debido a su alto consumo de energía.
Si el lector piensa que estoy exagerando, dele una hojeada al libro "La tierra en la balanza" de Al Gore ("Earth in the Balance: Ecology and the Human Spirit"). El vicepresidente de Estados Unidos cree que "el motor de la civilización occidental nos ha llevado al borde de la catástrofe, tenemos que tomar medidas decididas y atrevidas para hacer del medio ambiente el principio central para organizar la civilización." Gore caracteriza la "insensibilidad ambiental" de la economía de mercado como "filosóficamente. similar a la ceguera implícita en el racismo y el antisemitismo". Es decir, los habitantes del planeta requieren de la dirección de un visionario como Gore y desdichado el país que se atreva a secar sus pantanos y a talar sus bosques para extender su agricultura y alimentar a la población. Por encima de tales propósitos egoístas se impondría el bien de la humanidad y desde la Casa Blanca Gore podría respaldar su paranoia ambientalista con las armas de la OTAN, para así "salvar" al planeta.
Bajo el mal interpretado sentido de comunitarismo de esa "tercera vía", Washington también podría dar un vuelco en su fracasada guerra contra las drogas. Los inmensos presupuestos de la DEA no logran acabar con el narcotráfico en las ciudades y pueblos de Estados Unidos. Ya las violaciones a los derechos civiles de los ciudadanos estadounidenses son motivo de crecientes protestas contra el acoso policial, por lo que ese concepto de "comunidad global" de la "tercera vía" elimina todos los frenos en la lucha contra las drogas más allá de las fronteras de Estados Unidos.
Si se bombardea a Belgrado por no respetar los deseos de Washington, ¿bombardearán mañana a Bogotá o a Ciudad de México cuando sus gobiernos no complazcan todas las imposiciones del zar estadounidense de las drogas?
Vaclav Klaus -presidente del Parlamento checo- afirma que la "tercera vía" es el camino más rápido hacia el Tercer Mundo. Con ello quiere decir que es la mejor manera de arruinar a los países prósperos. Pero, además, para el Tercer Mundo, esa "tercera vía" de los poderosos representa una amenaza potencial aún más grave que la de las guerrillas marxistas de años atrás. Al menos, entonces podíamos pedirle ayuda a Washington para combatir a un enemigo común. ©
Artículo de la Agencia Interamericana de Prensa Económica (AIPE)
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